QUERIDAS MADRES DEL PERÚ.
Este domingo 9 de mayo celebraremos una de las fechas más importantes del calendario cívico como es “El día de la madre”, instituido en nuestro país el 12 de abril de 1924.
Es bueno recordar que fue Carlos Alberto Izaguirre, joven diputado aprista ancashino y presidente del grupo cultural universitario “Ariel”, quien planteó al Congreso la aprobación de una Resolución Suprema que creaba esta importante fecha.
En ese entonces, hace ya 86 años, los universitarios del Perú y otras organizaciones juveniles, se unieron para desarrollar una serie de actividades culturales y artísticas en plazas públicas y en planteles educativos.
Por ningún motivo se pensó en premios ni regalos, pues se consideraba que éstos sólo opacarían “la inmaculada belleza de la figura materna”, según nos cuentan los archivos del diario El Comercio.
A nivel nacional se acordó, aquel domingo 11 de mayo de 1924, que cada estudiante lleve en la solapa durante todo el día una flor roja si su madre estaba viva y una blanca si estaba muerta. En los hogares, los niños tenían diferentes detalles con sus madres como dedicarle un poema, hacerle una comida, o regalarle una tarjeta que ellos mismos habían elaborado.
Hoy en día, el papel que juega la madre en la sociedad es todavía mayor que en aquellos tiempos. Además de amor, canción de cuna y docencia, nuestras madres se han convertido en verdaderas luchadoras sociales. Ellas encarnan el coraje a toda prueba para resistir los golpes de un sistema económico adverso y así dar a sus hijos la oportunidad de estudiar y forjarse un camino hacia el futuro.
Nuestras madres son forjadoras de unidad en un país todavía disperso y dividido, pues al ser ellas la fuerza cotidiana que sostiene el pan de cada día, saben que sólo un país unido, como una gran familia, puede alcanzar la felicidad para sus hijos.
Queridas madres, para terminar este humilde homenaje, les dejo una prosa del poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht que grafica la dimensión que ustedes han alcanzado en nuestra sociedad:
Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.
¡FELÍZ DÍA DE LA MADRE!
Javier Alvarado
Este domingo 9 de mayo celebraremos una de las fechas más importantes del calendario cívico como es “El día de la madre”, instituido en nuestro país el 12 de abril de 1924.
Es bueno recordar que fue Carlos Alberto Izaguirre, joven diputado aprista ancashino y presidente del grupo cultural universitario “Ariel”, quien planteó al Congreso la aprobación de una Resolución Suprema que creaba esta importante fecha.
En ese entonces, hace ya 86 años, los universitarios del Perú y otras organizaciones juveniles, se unieron para desarrollar una serie de actividades culturales y artísticas en plazas públicas y en planteles educativos.
Por ningún motivo se pensó en premios ni regalos, pues se consideraba que éstos sólo opacarían “la inmaculada belleza de la figura materna”, según nos cuentan los archivos del diario El Comercio.
A nivel nacional se acordó, aquel domingo 11 de mayo de 1924, que cada estudiante lleve en la solapa durante todo el día una flor roja si su madre estaba viva y una blanca si estaba muerta. En los hogares, los niños tenían diferentes detalles con sus madres como dedicarle un poema, hacerle una comida, o regalarle una tarjeta que ellos mismos habían elaborado.
Hoy en día, el papel que juega la madre en la sociedad es todavía mayor que en aquellos tiempos. Además de amor, canción de cuna y docencia, nuestras madres se han convertido en verdaderas luchadoras sociales. Ellas encarnan el coraje a toda prueba para resistir los golpes de un sistema económico adverso y así dar a sus hijos la oportunidad de estudiar y forjarse un camino hacia el futuro.
Nuestras madres son forjadoras de unidad en un país todavía disperso y dividido, pues al ser ellas la fuerza cotidiana que sostiene el pan de cada día, saben que sólo un país unido, como una gran familia, puede alcanzar la felicidad para sus hijos.
Queridas madres, para terminar este humilde homenaje, les dejo una prosa del poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht que grafica la dimensión que ustedes han alcanzado en nuestra sociedad:
Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.
¡FELÍZ DÍA DE LA MADRE!
Javier Alvarado
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