jueves, 20 de mayo de 2010

DONDE NO HAY CREADIBILIDAD, NI FAMA, NO HAY DIFAMACIÓN

IMPERIAL DE HOYOS Y CAOS EN CALLES VEREDAS POSESIONADAS DE COMERCIANTES
Aún todos recordamos que en la madrugada del 3 de agosto de 1998, cuando las calles de Imperial se encontraban saturadas y tugurizadas por centenares de comerciantes informales, la acertada medida y sagacidad administrativa del Alcalde de entonces, logró el traslado voluntario de más de 700 trabajadores hacia los nuevos centros comerciales de Ramos Larrea y San Leonardo, donde hasta ahora, a pesar de las deficiencias y en estado semi-abandonado sirven como abastecimiento de productos básicos alimentarios.
IMPERIAL, EL PEOR DISTRITO CON VEREDAS INTRANSITABLES
En todas partes del mundo civilizado, las veredas públicas son espacios destinados y respetados exclusivamente para el tránsito peatonal de la ciudadanía; sin embargo, en Imperial por la incapacidad e indiferencia e las autoridades del municipio, las calles y veredas se han convertido en permanentes puestos de negocio, talleres en vía pública, exhibición de mercaderías, mesas de golosinas y refrescos, congeladoras, artefactos musicales, etc. Por los que el público transeúnte, amas de casa, niños escolares y ancianos, tienen que caminar por la pista vehicular exponiéndose a los riesgos fatales de un accidente de tránsito, y para el colmo de la incapacidad, las calles céntricas como la 4ta. Cuadra del Jr. 28 de Julio está convertida en paradero informal de toda clase de vehículos. Si las autoridades del municipio cumpliesen sus verdaderas funciones. No estaríamos tocando temas que ahuyentan a los visitantes de Lima.
MUNICIPIO DE IMPERIAL ADOLECE DE TODAS LAS IRREGULARIDADES
La municipalidad no es propiedad de nadie ni su manejo administrativo es privilegio de alguien, sino que es una institución pública corporativa, es decir por ley participan legal y fundamentalmente el alcalde, los regidores y los ciudadanos a fin de que el manejo de sus bienes y recursos sean transparentes y acorde con las prioridades de obras públicas que requiere el pueblo. Pero como en Imperial no se quiere aplicar esta modalidad de trabajo sólo uno es el amo y señor del municipio, y todo aquel que critica, reclama o exige transparencia y eficacia (no engaños) son calificados como opositores y rechazados con amenazas de ser “erradicados a patadas en las cuatro letras” o intimidados por la querella, que no es sino el reflejo antidemocrático del poder y abuso de autoridad.
DONDE NO HAY CREDIBILIDAD NI FAMA, NO HAY DIFAMACIÓN
Siempre hemos afirmado que las autoridades y funcionarios públicos, así como por sus acertadas gestiones se ganan el aplauso y elogiosos comentarios del pueblo, así también deben aceptar las críticas y los comentarios adversos cuando sus obras y trabajos no benefician en nada al pueblo y por el contrario causan la postración indignante y el desvanecimiento de toda esperanza. La semana pasada, nuestro artículo sobre la infinidad de irregularidades administrativas y económicas del municipio de Imperial, ha levantado una polvareda como si se hubiera bajado la diadema de un reyezuelo que habría causado escozor en el entorno de quienes están congregando como trabajadores del municipio; pero lo cierto es que, la autoridad o funcionario que está desacreditado como tal, no como personal natural por una serie de cuestionamientos de principio a fin ya ha perdido su fama pública, si es que la ha tenido, en consecuencia no existe la difamación. Por eso, en semanas pasadas, el propio Presidente de la República, le calificó de “ratas” a algunos de sus compañeros del Apra implicados en el caso de petroaudios, tal es la aplicación del razonamiento lógico y el sentido etimológico de la palabra difamación. (Por: Cleto Aguado Gutiérrez CPP.Reg.Nº 681 )

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