sábado, 15 de mayo de 2010

HIJA DEL PRESIDENTE RAÚL CASTRO REALIZA PROGRAMA DE CIRUGÍA GRATUITA: TRANSEXUAL FUE OPERADA.

CUBA REALIZA GRATUITAMENTE OPERACIONES DE CAMBIO DE SEXO
“Me siento plena y feliz”, aseguró Wendy Iriepa, una transexual operada por la seguridad social de la isla. Hija del presidente es la principal promotora de estas iniciativas
La Habana (Reuters). En la década de 1980, cuando aún no se llamaba Wendy, lo echaron de la escuela en Cuba porque dijeron que no era un niño normal.
Hoy, esta cubana de 36 años alta, rubia y exuberante es el símbolo de un revolucionario programa de cirugías gratuitas de cambio de sexo en Cuba promovido por Mariela Castro, la hija del presidente Raúl Castro.
“Ha sido una prueba de humanidad que ha dado el Gobierno cubano. Tenemos mucho que agradecer”, dijo Wendy Iriepa en una reciente entrevista con Reuters.
Su vida ilustra las conquistas y desafíos de las minorías sexuales en Cuba, donde la revolución liderada hace 50 años por Fidel Castro, el tío de Mariela, alcanzó enormes avances sociales pero no logró erradicar el machismo ni la homofobia.
WENDY FUE MALTRATADA POR SU FAMILIA
De niña Wendy fue maltratada en su hogar, discriminada en la escuela y enviada a un reformatorio. Luego huyó de casa y acabó prostituyéndose.
“En preescolar una maestra le dijo a mi mamá que yo no era una persona normal, que me llevara al médico”, cuenta. “Empecé a dar tumbos”, recuerda con tristeza.
Pero un día escuchó hablar del Centro Nacional de Educación Sexual (CENSEX) dirigido por Mariela Castro, que en el 2008 inauguró un programa de operaciones gratuitas de cambio de sexo que tiene hoy a unas 30 personas en lista de espera.
“Pensé llegar a mi vejez y nunca lograrlo (...) La cirugía mejoró mi vida un 99 por ciento”, dijo emocionada.
“POCO A POCO”
Wendy aparece en estos días junto a Mariela Castro en conferencias y eventos en La Habana para conmemorar la Jornada Contra la Homofobia.
Pero su absoluta reserva en torno a la operación practicada por un equipo de médicos belgas y cubanos refleja los problemas que las minorías sexuales siguen enfrentando en Cuba.
“La población cubana es muy machista (...) La solución no es imponernos. La solución es ir ganando espacios poco a poco”, dijo.
Y eso es exactamente lo que Mariela Castro ha estado haciendo en los últimos años, después que una primera operación de cambio de sexo en 1988 fue muy criticada en la sociedad y las instituciones de la isla.
EN DEFENSA DE LAS MINORÍAS SEXUALES
Los esfuerzos del CENSEX en defensa de las minorías sexuales ayudaron a proyectar una imagen más moderna y tolerante de Cuba, donde en la década de 1960 algunos homosexuales fueron marginados y hasta enviados a campos de trabajo.
Pero iniciativas como el cambio de identidad de los transexuales o las uniones civiles entre personas del mismo sexo han chocado con el rechazo de sectores conservadores dentro del sistema comunista.
“Todavía hay muchos prejuicios. Todavía hay opiniones peyorativas sobre el trabajo que estamos realizando”, dijo Castro, una psicóloga de 47 años, al abrir la tercera jornada cubana contra la homofobia esta semana.
“YA LA GENTE HABLA, HAY MOVIMIENTO”
Pero la directora del CENSEX dice que hay un debate en marcha en la sociedad cubana. “Ya no es un misterio tan profundo, tan silenciado. Ya la gente habla, discute. Hay (una) contradicción evidente y eso quiere decir que hay movimiento”, dijo.
Wendy dice que se siente “plena y feliz”. Su próximo paso, cuenta, es adoptar un niño. “Sé que me va a costar trabajo, pero lo voy a intentar”, dijo.

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