lunes, 19 de julio de 2010

LOS LIDERES NACEN ...LA PALABRA CONVENCE PERO EL EJEMPLO ARRASTRA.

POLITIQUEROS CON POBREZA INTELECTUAL, PERO CON IDEAS DE VIVIR DE LA POLITICA.
Que lastima, la pobreza política y el crecimiento de la politiquería se ha intitucionalizado a nivel nacional en particular en cañete, politiqueros dieron origen a los partidos políticos, organizaciones sociales y movimientos políticos son los señores dueños, su fin “Electoral” participar como sea en un proceso electoral: él postule, él candidateó, él haga lo que le viene en gana, muchas veces es un negocio redondo.
Así mismo alcalde reeleccionista poquísimos hicieron una gestión edil aceptable pero muchos fracasaron en su gestión municipal, lastimosamente muy fácilmente se cambian de organización política para tratar distraer al electorado cañetano y crear las condiciones de seguir gobernando cuatro años más.
Lo más vergonzoso muchos ex alcaldes fracasados repudiados por el pueblo de cañete, ya no puede engañar al electorado, pues hoy se visten de cordero utiliza el compadrazgo, el amiguismo, el adulón para inyectar en la lista de candidatos en los partidos, organizaciones y movimientos políticos de cañete a sus familiares: suegras, cuñada, hija, sobrina y esposa. Que al no dudarlo no son ni chicha ni limonada, analfabetos políticos. Miserablemente politiqueros quieren seguir indirectamente ser “protagonista” pero disfrazados de intelectualillo de no perderse del circo electoral de octubre 2010 porque de ello vive. Sin embargo hay ex alcaldes respetables como persona y reconocido por obras.
Los politiqueros carecen de base teórica, estropean los estatutos, se adecuan y se creen los “sabelotodo”, alucinan ser triunfadores y demuestran mediocridad de distinguir los conceptos de dirigente y Líder.
Retomando a Pablo Benvenutto Moncada, precisa “Es importante distinguir al dirigente del que ejerce un liderazgo.
La condición de dirigente tiene que ver más con la legalidad estatutaria, y con el procedimiento formal de designación, en tanto que el liderazgo se sustenta en la legitimidad de un mandato que se asume.
El líder se inspira en la convicción, o en la entrega emocionada de sus seguidores; en tanto que el dirigente confía en la disciplina de sus correligionarios, y en la solidez de la organización.
El líder debe ser y parecer, y el dirigente basta con que lo sea. El que ejerce un liderazgo no está sometido a términos o fechas; pero el que desempeña una dirigencia normalmente responde a plazos estrictos.
Entre el líder y dirigente siempre hay una paradoja: el dirigente aspira siempre a ser líder -aunque no siempre lo logra- y el líder muchas veces llega a transformarse en dirigente -aunque no lo quiera.
Aun cuando el líder y el dirigente cuentan con el carisma para realizar su trabajo, la diferencia es radical: el carisma del líder es personalísimo, y por ende intransferible, y el del dirigente es institucional, y se traspasa automáticamente al relevo en turno.
El dirigente manda, el líder convence. La perseverancia, en el líder, llega a parecer heroicidad, en tanto que en el dirigente apenas se considera trabajo de rutina.
La dirigencia es un oficio, y el liderazgo un arte. Las dos son tareas gregarias, pero una -la dirigencia- tiene que ver con pocos, y la otra -el liderazgo- con muchos.
El líder cree en la acción, y el dirigente confía más en la omisión.
El dirigente prefiere más el gradualismo, y el líder busca la transformación súbita.
El dirigente pugna porque los principios se respeten; y el líder porque se disfruten.
El dirigente se inclina por la capacidad y la efectividad, el líder por la ideología.
Al margen de líderes o dirigentes, conviene recordar que la pasión o la emoción, no hace del hombre un auténtico líder político, es la entrega a una causa digna que se ejecuta en toda su magnitud,.
El dirigente debe aspirar a ser líder si desea conducir efectivamente a su organización; y no obstante, el líder no está llamado a ser forzosamente dirigente.

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