Las "escuelas para padres" deben funcionar en todos los colegios, públicos y privados, de Perú y contar con psicólogos para que la labor de prevención de la violencia familiar tenga los efectos positivos que se esperan, consideró el Instituto Guestalt de Lima (IGL).
El director del IGL, el psicólogo Manuel Saravia Oliver, consideró importante el funcionamiento de las "escuelas para padres", porque contribuyen, por ejemplo, a ejercer pautas de crianza en las que no se recurra, bajo ninguna circunstancia, al castigo físico o psicológico hacia los hijos.
“Lamentablemente, no todos los colegios cuentan con ‘escuelas para padres’ ni con un psicólogo que pueda desarrollar un trabajo integral con los padres y, en caso de detectar situaciones de agresión física y/o psicológica en el hogar, a la esposa y/o a los hijos, se puedan realizar las derivaciones respectivas para el tratamiento especializado.”
Opinó que los colegios deberían contar con plazas para psicólogos, a fin de que estos profesionales puedan atender de la manera más adecuada las sesiones con los padres de familia, a fin de que el ambiente de crianza sea el más adecuado.
En ese sentido, Saravia Oliver sostuvo que es fundamental que los padres asistan a las charlas y eviten enviar a los tíos o abuelos, dado que los padres son quienes tienen, en primer lugar, la responsabilidad de criar a sus hijos, pese a que puedan recibir ayuda de otros familiares durante su ausencia.
El especialista subrayó que nada justifica la agresión física o psicológica de nadie, y menos aún de un menor, sobre todo si se trata del propio hijo.
Frente a lo ocurrido con una madre que quemó las extremidades de su hijo con el pretexto de "corregir" su mala conducta, Saravia Oliver expresó que es muy probable que la agresora haya sufrido también agresión en su infancia y, al no resolver con ayuda psicológica esta situación dolorosa, la reproduce ahora con su hijo en la creencia de que el maltrato tiene justificación.
Afirmó que las víctimas de la violencia familiar requieren de un tratamiento de largo aliento, toda vez que las huellas que deja permanecen en el tiempo y constituyen traumas que alimentan el círculo vicioso de la violencia familiar: la agresión a los hijos, y de éstos a sus hijos, y así sucesivamente.
La agresión de la madre motivó también la condena de la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Nidia Vílchez, quien señaló la importancia de trabajar más con la prevención de la violencia familiar, especialmente desde las ‘escuelas para padres" en los centros educativos.Tras destacar la existencia de la línea 100, que recibe sin costo las llamadas de víctimas de agresión en el hogar; así como de los centros de emergencia mujer (CEM), que abordan estos casos con equipos multidisciplinarios, adelantó que en 2010 su portafolio contará con un presupuesto de 31 millones de nuevos soles para implementar más CEM, los que actualmente suman 89 en todo el país.
El director del IGL, el psicólogo Manuel Saravia Oliver, consideró importante el funcionamiento de las "escuelas para padres", porque contribuyen, por ejemplo, a ejercer pautas de crianza en las que no se recurra, bajo ninguna circunstancia, al castigo físico o psicológico hacia los hijos.
“Lamentablemente, no todos los colegios cuentan con ‘escuelas para padres’ ni con un psicólogo que pueda desarrollar un trabajo integral con los padres y, en caso de detectar situaciones de agresión física y/o psicológica en el hogar, a la esposa y/o a los hijos, se puedan realizar las derivaciones respectivas para el tratamiento especializado.”
Opinó que los colegios deberían contar con plazas para psicólogos, a fin de que estos profesionales puedan atender de la manera más adecuada las sesiones con los padres de familia, a fin de que el ambiente de crianza sea el más adecuado.
En ese sentido, Saravia Oliver sostuvo que es fundamental que los padres asistan a las charlas y eviten enviar a los tíos o abuelos, dado que los padres son quienes tienen, en primer lugar, la responsabilidad de criar a sus hijos, pese a que puedan recibir ayuda de otros familiares durante su ausencia.
El especialista subrayó que nada justifica la agresión física o psicológica de nadie, y menos aún de un menor, sobre todo si se trata del propio hijo.
Frente a lo ocurrido con una madre que quemó las extremidades de su hijo con el pretexto de "corregir" su mala conducta, Saravia Oliver expresó que es muy probable que la agresora haya sufrido también agresión en su infancia y, al no resolver con ayuda psicológica esta situación dolorosa, la reproduce ahora con su hijo en la creencia de que el maltrato tiene justificación.
Afirmó que las víctimas de la violencia familiar requieren de un tratamiento de largo aliento, toda vez que las huellas que deja permanecen en el tiempo y constituyen traumas que alimentan el círculo vicioso de la violencia familiar: la agresión a los hijos, y de éstos a sus hijos, y así sucesivamente.
La agresión de la madre motivó también la condena de la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Nidia Vílchez, quien señaló la importancia de trabajar más con la prevención de la violencia familiar, especialmente desde las ‘escuelas para padres" en los centros educativos.Tras destacar la existencia de la línea 100, que recibe sin costo las llamadas de víctimas de agresión en el hogar; así como de los centros de emergencia mujer (CEM), que abordan estos casos con equipos multidisciplinarios, adelantó que en 2010 su portafolio contará con un presupuesto de 31 millones de nuevos soles para implementar más CEM, los que actualmente suman 89 en todo el país.
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