sábado, 29 de octubre de 2011

CHINA REITERA SEA CONBSIDERA COMO ECONOMÌA DE MERCADO
La decisión de la Eurozona de llamar a países emergentes como China para resolver la crisis del euro preocupa a los europeos, que se preguntan qué pedirá Pekín a cambio.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, mantendrá este jueves una conversación telefónica con su homólogo chino, Hu Jintao, para hablar del proyecto.
Según fuentes diplomáticas, China está interesada en ayudar a Europa a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), al que los europeos decidieron elevar su potencia hasta 1 billón de euros en la cumbre que concluyó este jueves en Bruselas.
La ayuda de China y de otros países del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India y Sudáfrica) podrá ser discutida en la cumbre del G20, que reúne a los países industrializados y emergentes en la ciudad francesa de Cannes el 3 y 4 de noviembre.
China aún no ha confirmado nada, aunque ya ha empezado a dar señales de estar interesada.
Autoridades chinas aseguraron este jueves que "apoyan las medidas activas de Europa para responder a la crisis financiera".
"Debemos explorar los medios para reforzar la cooperación bilateral sobre la base de un beneficio mutuo", precisó un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.
China, segunda economía mundial, siempre manifestó su interés en lograr la estabilidad y la prosperidad en la Unión Europea (UE), "primera economía mundial", dijo este portavoz.
El bloque de los 27 países europeos es su primer socio comercial y el primer receptor de sus exportaciones.
Y del lado europeo la tentación es grande: China está sentada en unas confortables reservas de divisas de 3,2 billones de dólares, invierte una parte creciente de sus activos en euros y ha comprometido ya su apoyo a Grecia, España o Portugal.
Según expertos franceses y alemanes, China posee el equivalente de unos 500.000 millones de dólares de títulos de deuda pública europea, pero la mayoría de sus reservas son en billetes verdes, y busca diversificarlas.
El director del FEEF, Klaus Regling, llegará el viernes a Pekín antes de ir a Japón, otro de los candidatos potenciales para rescatar a Europa.
De todas maneras, aún se conocen pocos detalles de cómo China podría utilizar este fondo de emergencia para ayudar a los europeos.
Sobre todo porque la Eurozona y las autoridades del FEEF aún finalizan los detalles de cómo y cuándo pondrán en marcha un "vehículo" financiero adosado al Fondo Monetario Internacional que atraiga a "inversores del sector privado, público o países emergentes". El FMI está dispuesto a dar su apoyo, pero ya aseguró que no aportará fondos.
Pero a algunos europeos les inquietan los riesgos tanto financieros como morales de pedir la ayuda de países no europeos.
Ya los ofrecimientos de ayuda de Pekín a países como Grecia y Portugal, pocos meses atrás, habían provocado resistencias.
"¿Podemos imaginarnos que si China viene a rescatar a la Eurozona, lo hará sin ninguna contrapartida?", se preguntó el candidato socialista a la presidencia francesa, François Hollande.
"Sería ponerse en una situación de debilidad ante un país frente al que hay que estar bien parado", dijo el diputado francés Michel Sapin.
Para el diputado europeo Daniel Cohn-Bendit, se trata de una "aberración".
"No se puede negociar una protección al medio ambiente con un país y al mismo tiempo pedirle que te pague tu crisis financiera", opinó.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, ya ha expresado su interés en ayudar a la economía europea, a cambio de que la UE le reconozca el estatuto de "economía de mercado".
Esa medida facilitaría la entrada de productos chinos, en momentos en que tanto Europa como Estados Unidos presionan para que Pekín revalorice al yuan, por considerar que está artificialmente bajo para favorecer las exportaciones del país asiático.

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