No es novedad constantemente la cuestionada labor que se viene realizando en la Gerencia de Transportes de la Municipalidad Provincial de Cañete. Los medios de comunicación, casi a diario, expresan el malestar de un gran sector de la ciudadanía, que reclama, el porqué no se cumple una labor eficaz, en todo el sentido de la palabra, por parte de los ya famosos INSPECTORES, que son contratad
os y remunerados por la instancia municipal.
Lamentablemente es poco o nada lo que se hace para controlar el caos vehicular, unidades de servicio público que crean paraderos en el lugar que quieren, que se estacionan en zonas rígidas, como en el frontis del Hospital Rezola y la Plaza San Martín de la capital provincial, unidades vehiculares con incómodos asientos. Por igual, las mototaxis hacen lo que quieren, de otra jurisdicción llegan a San Vicente a cubrir servicio especialmente en horas de la noche, estos vehículos de tres ruedas siguen convertidos en discotecas rodantes que producen ruidos estridentes, y en mal estado que los pasajeros muchas veces se llenan del humo tóxico que producen debido al mal estado de la unidad.
Todo esto sucede a vista y paciencia de las autoridades responsables y no hay correctivo eficaz o contundente al respecto. Que falta mayor coordinación con la Policía Nacional, es evidente, porque zonas críticas se convierten en cuello de botellas en horas punta, sin que exista un efectivo policial o inspector que se haga presente, por ejemplo en el cruce de la Avenida Mariscal Benavides con Pasaje Garro para aliviar el “dolor de cabeza”. La ridícula justificación para no asumir responsabilidad, en el tema de la falta de semáforos, en zonas peligrosas, como la colocación de los rompe muelles y no “rompe carros” es que “ya los requerimientos se han hecho y es otra gerencia la que no actúa rápido para solucionar estos problemas. O sea mientras se coloquen los semáforos y se instalen los rompe muelles, hay que seguir viendo que sucedan accidentes; no sería más factible que en las zonas críticas se ubique a inspectores o efectivos de la policía en horas de mayor convulsión-Pero esto no es el centro de nuestro enfoque, esto lo escucha Ud. amigo lector a diario, ahora nos preocupa un hecho por demás irregular, que compromete a los inspectores y al propi
o gerente Enrique Fernández Estrella.
Se ha denunciado que existiría un carrousel en la aplicación de papeletas, las mismas que luego son RECATEGORIZADAS para que el infractor cancele mucho menos de lo que estipula la norma, según han denunciado, previo arreglo con la autoridad competente.
Para ver este “vicio administrativo” debe bastar ver el control que se tiene de las infracciones y comprobar cómo por obra y gracia de algo y vaya a saber a cambio de qué, las multas son rebajadas. Está bien un caso, dos en el peor de los caos, pero que se haya vuelto una constante ya es para llamar la atención. O es que los Inspectores no están preparados ni capacitados para aplicar correctamente las infracciones, que permanentemente se equivocan y se tiene que recategorizar las mismas. Si esto fuera así, existe un responsable directo y quién es, ya pues resulta totalmente evidente.
Los inspectores, bajo ningún punto de vista son los encargados de recibir dinero para cancelar las infracciones y este hecho irregular ya se ha denunciado en la propia municipalidad, incluso Control Interno conoce los casos, pero hasta hoy no dice nada al respecto. Se dice, en los pasillos municipales, sin que sea ningún secreto, que se estaría permitiendo incluso que fuertes montos de multas por obra y gracia de alguien se convierten en el 10% de lo que deberían ser.
Para ejemplo presentamos estos dos recibos (infantilmente se deja huellas de la irregularidad incluso) de dos usuarios que fueron infraccionados con fuertes multas que bordearía los diez mil soles y en donde el inspector (de gran confianza del gerente municipal) recibió S/ 1,065 soles “por pago de papeleta”. ¿Están facultado para eso los inspectores?. Estos casos son de conocimiento en las instancias correspondientes, pero parece que todo sigue igual, incluso los mismos afectados habrían declarado la situación que se presentó para que cumplan con el pago correspondiente. Investigación exhaustiva al respecto, es lo que debe hacer y que no se “corte la pita” por el lado más débil, sino por donde corresponde, que es en todo caso por quien permite estos hechos. Por ahora dejamos aquí el tema, porque todavía hay mucho más de qué hablar. (Eladio Quispe M.)
os y remunerados por la instancia municipal.Lamentablemente es poco o nada lo que se hace para controlar el caos vehicular, unidades de servicio público que crean paraderos en el lugar que quieren, que se estacionan en zonas rígidas, como en el frontis del Hospital Rezola y la Plaza San Martín de la capital provincial, unidades vehiculares con incómodos asientos. Por igual, las mototaxis hacen lo que quieren, de otra jurisdicción llegan a San Vicente a cubrir servicio especialmente en horas de la noche, estos vehículos de tres ruedas siguen convertidos en discotecas rodantes que producen ruidos estridentes, y en mal estado que los pasajeros muchas veces se llenan del humo tóxico que producen debido al mal estado de la unidad.
Todo esto sucede a vista y paciencia de las autoridades responsables y no hay correctivo eficaz o contundente al respecto. Que falta mayor coordinación con la Policía Nacional, es evidente, porque zonas críticas se convierten en cuello de botellas en horas punta, sin que exista un efectivo policial o inspector que se haga presente, por ejemplo en el cruce de la Avenida Mariscal Benavides con Pasaje Garro para aliviar el “dolor de cabeza”. La ridícula justificación para no asumir responsabilidad, en el tema de la falta de semáforos, en zonas peligrosas, como la colocación de los rompe muelles y no “rompe carros” es que “ya los requerimientos se han hecho y es otra gerencia la que no actúa rápido para solucionar estos problemas. O sea mientras se coloquen los semáforos y se instalen los rompe muelles, hay que seguir viendo que sucedan accidentes; no sería más factible que en las zonas críticas se ubique a inspectores o efectivos de la policía en horas de mayor convulsión-Pero esto no es el centro de nuestro enfoque, esto lo escucha Ud. amigo lector a diario, ahora nos preocupa un hecho por demás irregular, que compromete a los inspectores y al propi
o gerente Enrique Fernández Estrella.Se ha denunciado que existiría un carrousel en la aplicación de papeletas, las mismas que luego son RECATEGORIZADAS para que el infractor cancele mucho menos de lo que estipula la norma, según han denunciado, previo arreglo con la autoridad competente.
Para ver este “vicio administrativo” debe bastar ver el control que se tiene de las infracciones y comprobar cómo por obra y gracia de algo y vaya a saber a cambio de qué, las multas son rebajadas. Está bien un caso, dos en el peor de los caos, pero que se haya vuelto una constante ya es para llamar la atención. O es que los Inspectores no están preparados ni capacitados para aplicar correctamente las infracciones, que permanentemente se equivocan y se tiene que recategorizar las mismas. Si esto fuera así, existe un responsable directo y quién es, ya pues resulta totalmente evidente.
Los inspectores, bajo ningún punto de vista son los encargados de recibir dinero para cancelar las infracciones y este hecho irregular ya se ha denunciado en la propia municipalidad, incluso Control Interno conoce los casos, pero hasta hoy no dice nada al respecto. Se dice, en los pasillos municipales, sin que sea ningún secreto, que se estaría permitiendo incluso que fuertes montos de multas por obra y gracia de alguien se convierten en el 10% de lo que deberían ser.
Para ejemplo presentamos estos dos recibos (infantilmente se deja huellas de la irregularidad incluso) de dos usuarios que fueron infraccionados con fuertes multas que bordearía los diez mil soles y en donde el inspector (de gran confianza del gerente municipal) recibió S/ 1,065 soles “por pago de papeleta”. ¿Están facultado para eso los inspectores?. Estos casos son de conocimiento en las instancias correspondientes, pero parece que todo sigue igual, incluso los mismos afectados habrían declarado la situación que se presentó para que cumplan con el pago correspondiente. Investigación exhaustiva al respecto, es lo que debe hacer y que no se “corte la pita” por el lado más débil, sino por donde corresponde, que es en todo caso por quien permite estos hechos. Por ahora dejamos aquí el tema, porque todavía hay mucho más de qué hablar. (Eladio Quispe M.)
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