miércoles, 9 de noviembre de 2011

RSF: 30 PERIODISTAS DE AMÉRICA LATINA ASESINADOS EN 2011
Durante la Mesa Redonda 'Latinoamérica: la información asesinada', que se celebró en Madrid, Malén Aznarez, presidenta de Reporteros sin Fronteras-España, dijo que, hasta ahora, treinta periodistas han sido asesinados en América Latina.
Varios periodistas latinos explicaron las dificultades con las que se encuentran los periodistas para denunciar la corrupción que existe en todos los niveles.
En la jornada que se celebró ayer en la Universidad Complutense para tratar la situación de los periodistas en Latinoamérica participaron la periodista Claudia Mendoza, de Honduras; Luis Vivanco, de Ecuador; Rosa Isela Pérez, de México y Herbín Hoyos de Colombia.
Cristina Mendoza se refirió a la situación de Honduras para denunciar los casos de corrupción y los ataques a los derechos humanos. En este sentido, calificó a este país como uno de los más peligrosos porque desde el golpe de 2009, el gobierno acosa a los periodistas críticos.
Tras el golpe, la periodista mantiene que al principio los medios se abstrajeron, pero poco después comenzaron las instigaciones y las manipulaciones a los medios que no eran de la 'cuerda' del gobierno. Años más tarde la censura está presente en su día a día.
Pero la corrupción va más allá. Herbín Hoyos, periodista de Radio Caracol -Colombia-, ha narrado cómo inició un programa captando las historias de las personas que han estado secuestradas. Él mismo estuvo 17 días en manos de las FARC. A partir de este programa empezó a investigar porque las familias iban con tanta frecuencia a la cárcel, ya que no tenían familiares presos, sino secuestrados en la selva. Fue cuando descubrió que el personal de la prisión estaba comprada por la guerrilla y había una oficina que tenía relación con los secuestradores. Denunció este hecho, pero tuvo que abandonar su país. Gracias a su trabajo 25 policías están en prisión.
Por otro lado, Luis Vivanco, jefe de información del diario La Hora de Ecuador, lamentó en este foro que en su país cada vez hay menos instancias internas donde reclamar la libertad de expresión. De hecho, en la sala se proyectó un video con intervenciones del presidente Correa llamando a los periodistas cobardes, basura, sinvergüenzas, conspirativos…
En ese país, la ONG Fundamedios ha contabilizado 412 agresiones físicas a los medios en este 2011, además, el Estado tiene a 19 medios de comunicación manejados directamente por el presidente Correa, según recoge el comunicado de Reporteros sin Fronteras. Sin embargo, para Herbín Hoyos, lo peor de todo es que el Estado ha podido 'dividir al gremio periodístico' y han convertido a algunos periodistas en espías de otros periodistas. Se ha llegado a esta situación -según explica- porque en Ecuador no hay una oposición fuerte, de manera que es la prensa independiente la que se ha convertido en oposición, y el Presidente quiere acabar con ella porque es la única que denuncia la corrupción.
Sobre la Ley de comunicación, el nuevo código penal y la ley antimonopolio aseguró que están ayudando a que el ejercicio del periodismo se vaya cercando, ya que ponen multas a empresas de 40 millones de dólares que son imposibles de pagar, lo que significa el cierre de ese medio. Para saber hasta el punto que está llegando la falta de libertad de expresión, Luis Vivanco explicó que el caso en el que el hermano mayor de Correa, Fabrucio, fue acusado de cobrar 100 millones de dólares por haber firmado varios contratos con el Estado, el Presidente pidió a los dos periodistas que lo denunciaron 10 millones de dólares por mancillar su honra.
Por último, la periodista mexicana, Rosa Isela Pérez, que vive en España desde que denunció los crímenes contra la mujer en Ciudad Juárez, aseguró que hablar de periodismo en esta ciudad es hablar de problemas, de corrupción, de mafias y de intereses económicos. Isela vivió el secuestro, violación y muerte de ocho mujeres, y tras estos hechos mataron a su abogado y amenazaron a su familia.
A partir de ahí, asegura que el gobierno orquestó una campaña contra los que habían denunciado el caso, e incluso intentó sacar rentabilidad económica con el tema. A partir de ahí, las represalias fueron la censura, el acoso moral, el despido y la negativa de todos los medios de la ciudad a contratarme incluida la Universidad. 'Me acusaban de haber manchado la imagen de Ciudad Juárez', afirmó. Ese fue el motivo por el que tuvo que salir de México y refugiarse en España.
Para terminar, la presidenta de Reporteros sin Fronteras denunció cómo los servicios de información de las dictaduras se infiltran para controlar y manipular.

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