lunes, 3 de enero de 2011

EL FÉRETRO CON EL CUERPO DE BRIGITTE J. ACUÑA V. SALIÓ DESDE SU VIVIENDA EN ZÁRATE, DONDE FUE VELADA, PRIMERO RUMBO HACIA LA JUGUERÍA DONDE TRABAJABA

JOVEN BALEADA POR ERROR POR POLICÍAS FUE ENTERRADA EN EL CEMENTERIO CAMPO FE DE HUACHIPA
En el pabellón San Patricio, del cementerio Campo Fe de Huachipa, fue sepultado el cuerpo de la joven Brigitte Jeremy Acuña Vega (19), quien el viernes último fue baleada por un grupo de suboficiales de la Policía en la urbanización Salamanca, en el distrito limeño de Ate.
Antes de llegar al camposanto, cerca de las 4 p.m., el cortejo fúnebre de Acuña Vega llegó a la juguería donde esta trabajaba, ubicada entre los jirones Puno y Huanta en el Cercado de Lima. La infortunada joven partió al que fue su centro de labores desde su domicilio en Zárate, donde fue velada.
En medio del hondo pesar que les dejó esta pérdida, los familiares de la fallecida instaron al ministro del Interior, Miguel Hidalgo, a llevar con transparencia la investigación sobre el crimen. Revelaron que hasta el momento, ningún representante de la insitución policial les ha hecho llegar sus condolencias a los padres de la menor.
“POLICÍAS NO NOS DIERON NI UNA ALERTA”
Uno de los asistentes al sepelio fue Renzo Hinostroza, amigo de Brigitte Acuña, que estuvo dentro del vehículo en el momento que los agentes dispararon, reveló que estos “no dieron ni una alerta” y que ni él ni sus amigos se percataron que eran atacados a balazos debido al sonido de los cohetes pues “ya faltaba poco para la llegada del año nuevo”.
“Estábamos en el carro por la avenida marginal y de la nada comenzamos a escuchar disparos, los confundimos con cohetes, no reaccionamos, pero tampoco nos dieron voz de alerta. Mi amigo se detuvo y ahí vi las luces de los policías. Vi que Brigitte estaba desmayada e inconsciente”, indicó.
Según acotó, al percatarse que Brigitte estaba inconsciente, el grupo de amigos con los que esta enrumbaba hacia el sur de Lima para pasar año nuevo suplicó a los policías que la llevarán a la clínica, pero estos rechazaron la petición.
“Querían ir a la comisaría de Salamanca y ahí estuvimos. Llegamos a la clínica 20 minutos después y ahí nos dieron la noticia de que había muerto. En diez minutos desparecieron los policías”, manifestó.

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