FUNDADOR DE BTR: "JORGE DEL CASTILLO ME PIDIÓ 'CHUPONEAR' A ROSPIGLIOSI"
Manuel Ponce Feijoo, ex oficial de inteligencia, fundador de Business Track (BTR) y procesado por interceptación telefónica, fue detenido hace dos años, el 8 de enero del 2009, a raíz del escándalo de los llamados ‘petroaudios’. El Comercio lo contactó en el penal Castro Castro. Reticente al inicio, luego declaró en exclusiva sobre sus nexos con algunos dirigentes del Apra. Hoy publicamos su verdad sobre el mercado de escuchas ilícitas que lo llevó a prisión, así como sobre la relación que tuvo con el ex primer ministro Jorge del Castillo, investigado por presunto tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito tras revelarse uno de los ‘petroaudios’, y ahora en el ojo de la tormenta por su postulación al Congreso. Los silencios de Ponce Feijoo son reveladores.
¿Cuándo conoció al ex primer ministro Jorge del Castillo?
A Del Castillo lo conozco desde que yo estaba en la Marina y en circunstancias que ahora no revelaré. Sin embargo, le diré que cuando él era primer ministro me mandó a decir que yo lo ‘chuponeaba’. Quizá su conciencia le dictaba que algo malo estaba haciendo. Tal vez le dijeron: “Cuídate”.
¿Entonces no lo conoce a raíz del Caso ‘Petroaudios’?
Todo empieza por los audios. A mí no me incautaron material sobre Del Castillo, pero sí escuché la voz de él –cuando era primer ministro– y la de Rómulo León. No se trata de un audio telefónico, es algo diferente. Se trata de voces juntas, grabadas en un mismo ambiente, probablemente en la suite que Fortunato Canaán tuvo en el hotel Country. Ellos conversan, Del Castillo, León y Canaán. No se trata de interceptación de teléfonos fijos, ni celulares. Al parecer la grabación se hizo en ese ambiente, y se habría grabado todo lo que pasó allí, incluso las llamadas que se realizaban. Parece que había micrófonos sembrados en esa suite.
¿Usted grabó esos audios?
No, yo no ‘chuponeo’, pero por mi trabajo escucho muchas cosas.
¿De qué se habla en esos audios y dónde se encuentran?
Hablaban sobre la candidatura [presidencial] de Del Castillo en el 2011, pero no diré más hasta el inicio del juicio oral. [En los próximos días el Ministerio Público emitirá su dictamen previo al juicio público].
¿Pero cómo surgieron los audios de León y Quimper?
Así como obtenía información sobre seguridad y defensa nacional, también me llegaban indicios sobre casos de corrupción. Fue entonces que saltó a la palestra un objetivo que ‘batuteaba’ todo sin estar en el Gobierno: Rómulo León. Cuando le presté atención a este personaje, se encendía una luz roja. Luego apareció Alberto Quimper, que en realidad era la voz cantante al pie del cañón, la bisagra con el Poder Judicial.
¿Qué hizo con la información sobre León y compañía?
Yo informé de sus negociados al Apra a través de los mismos intermediarios y canales que usé con el candidato Alan García en la campaña presidencial del 2006.
¿Por qué le interesaba todo esto si usted ya estaba retirado y dedicado a tareas privadas?
Un hombre de inteligencia nunca muere. Incluso estuve voceado para dirigir la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI, otrora SIN). La posibilidad se deslizó en la primera parte del gobierno de García, pero la oposición de ciertos jerarcas apristas lo evitó. Ellos decían que los marinos como yo éramos ‘casasolas’. Lo decían porque –según ellos– nosotros obteníamos información, pero no la usábamos ni la compartíamos.
¿Alguien del Gobierno le preguntó por los ‘petroaudios’?
Sí, uno de ellos fue Del Castillo. Días después de la difusión de los ‘petroaudios’ fui convocado por él. Un chofer me llevó a la cuadra 8 de la calle Camino Real, en El Golf de San Isidro. El departamento de Del Castillo está en el séptimo u octavo piso. Quedé impresionado, era un departamento de lujo. Pensé: “La política tiene sus beneficios”. Luego llegó su hijo Miguel del Castillo y un tal José Luis Castañeda Neyra. [Persona de confianza del ex primer ministro]. Allí me preguntaron sobre los ‘petroaudios’ y sobre quiénes habrían sido los autores de las grabaciones de León, Quimper y Canaán.
¿Entonces Del Castillo le consultaba por un material que luego le incautaron a usted?
Bueno, qué le puedo decir.
¿Y qué más le dijo Del Castillo?
Él estaba desesperado y quería saber quién había interceptado a León. “¿Quién fue, quién fue?”, preguntaba. Para entonces, esa gente tenía entre ceja y ceja a la empresa Petrotech. [Rival de la compañía de Discover para la que trabajaban Canaán, León y Quimper]. Al final quedamos en que Castañeda Neyra visitase BTR para ver los avances. El equipo policial del coronel Carlos Morán [hoy general PNP], que nos seguía, lo debe tener grabado ingresando a nuestras oficinas.
¿Del Castillo desesperado?
Del Castillo fue más allá: me pidió interceptar el teléfono de Fernando Rospigliosi. [El periodista que difundió los ‘petroaudios’]. “Quiero que me ayude a ‘chuponearlo’”, me pidió. Yo le dije que eso no era factible. “¿Entonces qué hacemos?”, me preguntó desesperado. “¿Pero dónde están los equipos de interceptación?”, insistía.
Pero los ‘petroaudios’ fueron producto del ‘chuponeo’ de teléfonos fijos, no de celulares.
Exacto. En este tema no hay equipos. En el mercado negro Los Cobras se pelean para realizar ‘chambas’ [interceptaciones] a teléfonos fijos. [Ponce se refiere a la empresa Cobra, que realiza algunos servicios técnicos para Telefónica].Yo puedo decir “tráiganme [las conversaciones] de este, o yo quiero de ese otro”, y te traen. Te pueden traer una muestra o un paquete. Por eso me reía cuando los grandes jefes de inteligencia hablaban sobre “equipos”. “Ese equipo cuesta US$300 mil”, decía uno. “¡No, vale US$500 mil!”, decía otro. Nadie imagina que con solo 100 soles se pueden realizar estos ‘trabajos’.
“ÉL PUEDE DECIR CUALQUIER BARBARIDAD”
Jorge del Castillo admitió conocer al marino Manuel Ponce Feijoo y haberse reunido con esa persona en una ocasión para pedirle descubrir a los ‘chuponeadores’ de los ‘petroaudios’. Así lo reconoció el 5 de diciembre pasado en una entrevista con El Comercio. Allí afirmó: “Ponce puede decir cualquier barbaridad. Mira dónde está: en la cárcel”.
EL DATO
La fiscal de la Nación investiga la permuta del inmueble de ex primer ministro en El Golf, el mismo que visitó Ponce.
Manuel Ponce Feijoo, ex oficial de inteligencia, fundador de Business Track (BTR) y procesado por interceptación telefónica, fue detenido hace dos años, el 8 de enero del 2009, a raíz del escándalo de los llamados ‘petroaudios’. El Comercio lo contactó en el penal Castro Castro. Reticente al inicio, luego declaró en exclusiva sobre sus nexos con algunos dirigentes del Apra. Hoy publicamos su verdad sobre el mercado de escuchas ilícitas que lo llevó a prisión, así como sobre la relación que tuvo con el ex primer ministro Jorge del Castillo, investigado por presunto tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito tras revelarse uno de los ‘petroaudios’, y ahora en el ojo de la tormenta por su postulación al Congreso. Los silencios de Ponce Feijoo son reveladores.
¿Cuándo conoció al ex primer ministro Jorge del Castillo?
A Del Castillo lo conozco desde que yo estaba en la Marina y en circunstancias que ahora no revelaré. Sin embargo, le diré que cuando él era primer ministro me mandó a decir que yo lo ‘chuponeaba’. Quizá su conciencia le dictaba que algo malo estaba haciendo. Tal vez le dijeron: “Cuídate”.
¿Entonces no lo conoce a raíz del Caso ‘Petroaudios’?
Todo empieza por los audios. A mí no me incautaron material sobre Del Castillo, pero sí escuché la voz de él –cuando era primer ministro– y la de Rómulo León. No se trata de un audio telefónico, es algo diferente. Se trata de voces juntas, grabadas en un mismo ambiente, probablemente en la suite que Fortunato Canaán tuvo en el hotel Country. Ellos conversan, Del Castillo, León y Canaán. No se trata de interceptación de teléfonos fijos, ni celulares. Al parecer la grabación se hizo en ese ambiente, y se habría grabado todo lo que pasó allí, incluso las llamadas que se realizaban. Parece que había micrófonos sembrados en esa suite.
¿Usted grabó esos audios?
No, yo no ‘chuponeo’, pero por mi trabajo escucho muchas cosas.
¿De qué se habla en esos audios y dónde se encuentran?
Hablaban sobre la candidatura [presidencial] de Del Castillo en el 2011, pero no diré más hasta el inicio del juicio oral. [En los próximos días el Ministerio Público emitirá su dictamen previo al juicio público].
¿Pero cómo surgieron los audios de León y Quimper?
Así como obtenía información sobre seguridad y defensa nacional, también me llegaban indicios sobre casos de corrupción. Fue entonces que saltó a la palestra un objetivo que ‘batuteaba’ todo sin estar en el Gobierno: Rómulo León. Cuando le presté atención a este personaje, se encendía una luz roja. Luego apareció Alberto Quimper, que en realidad era la voz cantante al pie del cañón, la bisagra con el Poder Judicial.
¿Qué hizo con la información sobre León y compañía?
Yo informé de sus negociados al Apra a través de los mismos intermediarios y canales que usé con el candidato Alan García en la campaña presidencial del 2006.
¿Por qué le interesaba todo esto si usted ya estaba retirado y dedicado a tareas privadas?
Un hombre de inteligencia nunca muere. Incluso estuve voceado para dirigir la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI, otrora SIN). La posibilidad se deslizó en la primera parte del gobierno de García, pero la oposición de ciertos jerarcas apristas lo evitó. Ellos decían que los marinos como yo éramos ‘casasolas’. Lo decían porque –según ellos– nosotros obteníamos información, pero no la usábamos ni la compartíamos.
¿Alguien del Gobierno le preguntó por los ‘petroaudios’?
Sí, uno de ellos fue Del Castillo. Días después de la difusión de los ‘petroaudios’ fui convocado por él. Un chofer me llevó a la cuadra 8 de la calle Camino Real, en El Golf de San Isidro. El departamento de Del Castillo está en el séptimo u octavo piso. Quedé impresionado, era un departamento de lujo. Pensé: “La política tiene sus beneficios”. Luego llegó su hijo Miguel del Castillo y un tal José Luis Castañeda Neyra. [Persona de confianza del ex primer ministro]. Allí me preguntaron sobre los ‘petroaudios’ y sobre quiénes habrían sido los autores de las grabaciones de León, Quimper y Canaán.
¿Entonces Del Castillo le consultaba por un material que luego le incautaron a usted?
Bueno, qué le puedo decir.
¿Y qué más le dijo Del Castillo?
Él estaba desesperado y quería saber quién había interceptado a León. “¿Quién fue, quién fue?”, preguntaba. Para entonces, esa gente tenía entre ceja y ceja a la empresa Petrotech. [Rival de la compañía de Discover para la que trabajaban Canaán, León y Quimper]. Al final quedamos en que Castañeda Neyra visitase BTR para ver los avances. El equipo policial del coronel Carlos Morán [hoy general PNP], que nos seguía, lo debe tener grabado ingresando a nuestras oficinas.
¿Del Castillo desesperado?
Del Castillo fue más allá: me pidió interceptar el teléfono de Fernando Rospigliosi. [El periodista que difundió los ‘petroaudios’]. “Quiero que me ayude a ‘chuponearlo’”, me pidió. Yo le dije que eso no era factible. “¿Entonces qué hacemos?”, me preguntó desesperado. “¿Pero dónde están los equipos de interceptación?”, insistía.
Pero los ‘petroaudios’ fueron producto del ‘chuponeo’ de teléfonos fijos, no de celulares.
Exacto. En este tema no hay equipos. En el mercado negro Los Cobras se pelean para realizar ‘chambas’ [interceptaciones] a teléfonos fijos. [Ponce se refiere a la empresa Cobra, que realiza algunos servicios técnicos para Telefónica].Yo puedo decir “tráiganme [las conversaciones] de este, o yo quiero de ese otro”, y te traen. Te pueden traer una muestra o un paquete. Por eso me reía cuando los grandes jefes de inteligencia hablaban sobre “equipos”. “Ese equipo cuesta US$300 mil”, decía uno. “¡No, vale US$500 mil!”, decía otro. Nadie imagina que con solo 100 soles se pueden realizar estos ‘trabajos’.
“ÉL PUEDE DECIR CUALQUIER BARBARIDAD”
Jorge del Castillo admitió conocer al marino Manuel Ponce Feijoo y haberse reunido con esa persona en una ocasión para pedirle descubrir a los ‘chuponeadores’ de los ‘petroaudios’. Así lo reconoció el 5 de diciembre pasado en una entrevista con El Comercio. Allí afirmó: “Ponce puede decir cualquier barbaridad. Mira dónde está: en la cárcel”.
EL DATO
La fiscal de la Nación investiga la permuta del inmueble de ex primer ministro en El Golf, el mismo que visitó Ponce.
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