domingo, 1 de julio de 2012

MÁXIMO ES TAMBIÉN JUNIO EN AYACUCHO / EDITORIAL (PROF. ANTONIO SULCA EFFIO - “A.S.E.”)
Un hermoso poema de Teodosio Olarte Espinoza titulado "Sabina es también Junio en Ayacucho" y una canción de carnaval inmortalizan la heróica gesta de los pueblos de Ayacucho y Huanta que, en el de facto gobierno militar del General Juan Velasco Alvarado, salieron a las calles y plazas para pedir la derogación del Decreto Supremo 006 que anulaba la gratuidad de la enseñanza.
Como lo señalamos en tres columnas editoriales de la semana anterior, millares de estudiantes, padres de familia, trabajadores del campo y la ciudad liderados por el Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho (FREDEPA) que fundó y presidía el Prof. Máximo Cárdenas Sulca ofrecieron sólo su pecho y su heroica decisión a las armas de la Guardia Civil enviadas por el gobierno para sofocar al descontento.
Cayeron padres de familia, estudiantes, trabajadores, cuyos nombres todavía pueden leerse en las placas de bronce que se colocaron años más tarde en las calles donde fueron abatidos.
Pero el sacrificio de estos luchadores de la educación no fue en vano. A pocos días de los trágicos hechos acaecidos el 21 y 22 de junio de 1969, el Gobierno del mismo General derogó el D.S. No. 006.
Un congreso de escritores en Jauja perenizó esta gesta nombrando a su evento con la de-nominación: "POR LOS VALEROSOS COMBATIENTES POR LA GRATUIDAD DE LA ENSEÑANZA".
Como ya era habitual en Huamanga, esta fecha fue cubierta en años anteriores por el manto del olvido, pero creemos que como en el 2001 el nuevo FREDEPA (que resucitó el recientemente extinto Prof. Rigoberto García) liderado ahora por Rubén Uscata Saccatoma haya tributado el homenaje del caso en la persona del Prof. Máximo Cárdenas Sulca, quien hace 11 años, el 17 de junio del 2001 (irónicamente, ‘‘Día del Padre’’) recibió cristiana sepultura rodeado de un mar de huamanguinos como daremos a conocer en nota informativa que publicaremos este lunes 02 de julio.
Como quiera que la gratitud es una de las virtudes que distinguen a la honestidad y a la lealtad de "La Voz" de Huamanga, Diario y Radio, cumplimos en rendir homenaje en vida al Prof. Máximo Cádenas Sulca, insigne luchador social que el viernes 15 de este mes cumplió 11 años de su partida hacia la patria Celestial de Jesús Nazareno y que motivó obviamente le rindiéramos el justo homenaje del caso a través de nuestra radioemisora, acto en el que participaron en diferido (CD) dos de sus "compañeros de lucha y prisión": Ignacio Cárdenas López y José María Gonzales Sulca. En aquella grabación, don Ignacio no pudo contener las lágrimas al narrar lo acontecido en los momentos de titánica lucha reinvindicativa y al recordar que nuestra emisora se plegó a la lucha en 1969. Era deseo nuestro, al igual que el año pasado y años anteriores, que quienes pertenecieron a las huestes del Prof. Máximo Cárdenas Sulca: el Prof. Rigoberto García Ortega (reactivador y ex presidente del FDPA), Magno Ortega Quispe (ex vice presiden
te de la Federación de Barrios de Ayacucho) y Hugo Huamaní Vivanco (ex presidente del FREDEPA), estuvieran presentes en dicho homenaje radial. Al no lograr nuestro deseo los hicimos participar en diferido, gracias a una cinta magnetofónica que registró pasajes del homenaje que años antes se le tributó a Don Máximo en la cabina de audio y somontaje de Radio ‘‘La Voz’’ de Huamanga, emisora que, según lo sostiene don Ignacio Càrdenas, se sumò a la gesta ayacuchana en 1969 cuando contaba apenas con apenas 2 años y 7 meses de fundada y operaba bajo el nombre de Radio ‘‘Huamanga’’
Paqarinkama, hasta mañana sábado
Leyenda de la fotografía:
(Izq.): Prof. Máximo Cárdenas en 2002.
(Der.): Prof. Máximo Cárdenas en junio de 1974, abandonando el penal en compañía de compañeros de lucha, líderes magisteriales y del líder político Alfonso Barrantes Lingán (“Frejolito”)
(Centro): Obelisco construido en el cementerio general de Huanta por disposición del Concejo Edil de la Municipalidad Provincial en 1997. Según refiere nuestro colaborador Félix Gavilán Ramos “De acuerdo al testimonio de Hilario Huicho Santiago (panteonero desde 1985), en los siguientes días al 22 de junio del 2009, él enterró por orden superior bajo ese obelisco 08 ataúdes conteniendo restos de ‘Mártires de la Educación’ que fueron exhumados del pabellón Santa Rosa del cementerio Presbítero Maestro de Lima. El Secretario General de la Sociedad de Beneficencia Pública de Huanta, así como la Tesorera, desconocían”.(Diario "La Voz de Huamanga.)

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