lunes, 2 de agosto de 2010

CRISIS DE PARTIDOS POLITICOS: FUERZA 2011

PARTIDO FUERZA 2011 ¿EL FUJIMORISMO IMPLOSIONA?
Este año se inscribió Fuerza 2011 en el J.N.E. Es la quinta sigla legal con la cual el fujimorismo participa en elecciones y, en este caso, aspira a llegar al gobierno.
Anunciaron que se inscribían con un millón de firmas, lo han hecho con el mínimo legal. Esta es una de las señales más claras del lento y seguro declive de esta propuesta política.
Su fortaleza más substancial es su debilidad más grande: Alberto Fujimori. Los éxitos de su gobierno de 10 años convocan a los beneficiarios, que son cientos de miles; su condena a cadena perpetua por violación de derechos humanos y rapacería, deprime a su núcleo duro, desanima a sus operadores y dispersa a su electorado.
La estrategia fujimorista era apostar inicialmente a todo o nada: solo participar en las elecciones generales. La consigna era ganar y liberar al reo, para tenerlo de Primer Ministro de la hija.
Ruptura a la mala: el congresista Renzo Reggiardo no cree en un triunfo el 2011 y, por eso, con su partido Cambio 90, se desliga del fujimorismo y se lanza en un proyecto electoral municipal propio de un supuesto “fujimorismo sin Fujimori”.
Ruptura a la buena: Absalón Vásquez, el operador de masas más importante de Fujimori y “dueño de Vamos Vecino” informa a Fujimori que va a postular al gobierno regional de Cajamarca por un movimiento regional, en contra de la estrategia electoral fujimorista inicial de solo ir a las elecciones generales. Fujimori acepta a regañadientes.
Hoy por hoy, salvo en Lima donde van en alianza con Kouri, están presentando candidatos al nivel nacional, en un esfuerzo de evitar el “rompan filas” de sus operadores políticos. Sobre la marcha han tenido que improvisar otra estrategia electoral. Y se ha terminado apoyando a Absalón, enemigo acérrimo de Carlos Raffo.
Por lo demás, el Partido Fuerza 2011 y Keiko, la candidata presidencial, han sido capturados psicológicamente por Carlos Raffo, lo cual explica, en parte, el alejamiento de Cambio 90 y Vamos Vecino y también el debilitamiento orgánico del fujimorismo. No todas las capillas dentro del fujimorismo se sienten expresadas a través del Congresista Raffo.
Además, todo parece indicar que los resultados de las próximas elecciones locales y regionales van a ser bastante modestos para el fujimorismo. El votante se identifica con el caudillo y su familia, no necesariamente con sus agentes.
Todo lo cual debe, en el último trimestre del 2010, acentuar el “sálvese quien pueda” en el fujimorismo. Sería de esperar que algunos fujimoristas, particularmente congresistas, den el salto a otras tiendas políticas. Su electorado de los sectores socioeconómicos D y E vire paulatinamente hacia el nacionalismo, con el que más se identifica sociológica y culturalmente. (Federico Infante Lembcke)

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