ESSALUD NO TIENE EQUIPOS SUFICIENTES PARA TRATAR LA INSUFICIENCIA RENAL
MAYORÍA DE DIÁLISIS EN LA CAPITAL SE REALIZA EN CLÍNICAS Y LAS PAGA EL ESTADO. HIPERTENSIÓN Y DIABETES SON LAS PRINCIPALES CAUSAS DE NEFROPATÍA
El doctor José Gabriel Somocurcio está preocupado. “La situación, de seguir así, será insostenible”, dice. “Las personas con insuficiencia renal cada vez son más en el país y nosotros atendemos a cerca del 70% u 80% de los casos”, agrega. El jefe de gabinete del presidente de Essalud y encargado de la Oficina de Control y Coordinación de esa entidad no está desesperado, pero, para él, el tema es grave. “Será insostenible”, repite.
Cada año Essalud realiza hemodiálisis a un poco más de 8.000 casos de insuficiencia renal –en el 2010 hubo 10.316 casos registrados por el Ministerio de Salud; la entidad no tiene datos del 2011–. Lima concentra la mayoría de ellos, unos 5.100.
“Si no se detiene esta tendencia, en el futuro no habrá posibilidades de tener un servicio adecuadamente financiado”, agrega Somocurcio. Según datos de la entidad, Essalud destina S/.90 millones –el 10% del presupuesto anual de la institución– solo al tratamiento de este problema.
El número de pacientes que reciben el tratamiento de hemodiálisis crece 10% al año. Esta cifra perturba al doctor Somocurcio y también a su colega Juan Villena Vizcarra, decano del Colegio Médico del Perú. “La insuficiencia renal va en franco aumento en el Perú”, menciona.
Para él, esta es –y será– una de las principales causas de muerte de nuestra población en el futuro.
ALTO COSTO DE HEMODIÁLISIS
Leonardo Basilio había soñado con unos ataúdes dos semanas antes de desmayarse. Fue un domingo de noviembre del 2004. Tuvo un mareo y de pronto ya no abrió los ojos. Estuvo en coma 14 horas. Cuando despertó le dijeron que era hipertenso y que sus riñones ya no funcionaban bien. Desde entonces tiene que recibir terapias de hemodiálisis tres veces por semana con sesiones de tres horas cada una. En su brazo izquierdo se ven pequeñas cicatrices ocasionadas por las mangueritas que sacan la sangre de su cuerpo, la limpian y, finalmente, vuelven a introducirla.
De haber sabido que era hipertenso antes, Basilio podría haberse ahorrado las diálisis. Piensa que tiene suerte de no haber muerto. Piensa que el riñón que necesita cada vez está más cerca: ya ha pasado varias pruebas para entrar a la lista de espera para un trasplante.
Sucede que la insuficiencia renal y el tratamiento de hemodiálisis están altamente relacionados al trasplante de órganos. Los expertos explican que llega un momento en que no queda más alternativa que buscar un nuevo riñón porque es la única forma de seguir una vida sin el tratamiento interdiario.
FALTAN EQUIPOS
De los 5.100 pacientes que reciben tratamiento de hemodiálisis en Lima, unos 3.800 lo hacen en 51 clínicas pagadas por Essalud porque esta institución no cuenta con equipos suficientes. El doctor José Gabriel Somocurcio señala que cada sesión de diálisis cuesta S/.171.
Essalud tiene actualmente 40 equipos para realizar diálisis, pero requiere 80 más. Según estimaciones de Somocurcio, cada una cuesta US$15.000. En los siguientes tres o cuatro meses, su institución comprará 40 más para el Centro de Salud Renal y luego otras 40 para Lima norte, este y sur.
Un documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aborda este tema. “Existe una importante carga emergente de nefropatía [afección renal] crónica y terminal en los países de ingresos bajos y medios, propiciada por el envejecimiento de la población y por la epidemia mundial de diabetes de tipo II. Los afectados necesitan diálisis continuas o un trasplante renal para sobrevivir; sin embargo, en muchos países de ingresos bajos y medios esas opciones terapéuticas están muy restringidas o son inasequibles”. Ese mismo texto, que aparece en su página web, indica que la prevención es un objetivo determinante para combatir este problema.
Tanto el director del Centro de Salud Renal, el doctor Isaac Bayarrí, como los doctores Somocurcio y Villena, coinciden en que la clave para combatir este problema, que catalogan de salud pública en el país, es la prevención de enfermedades como la diabetes y la hipertensión.
Ambas patologías deterioran los vasos sanguíneos y, por lo tanto, los riñones. En la prevención –a través de una alimentación balanceada, ejercicio y despistajes continuos– está la salida.
SEPA MÁS
Consumir menos azúcares y tres litros diarios de agua al día son medidas para evitar problemas renales.
La anemia es la complicación más común de un paciente luego de un tratamiento de hemodiálisis.
El riñón es el órgano más trasplantado en el país. El año pasado Essalud realizó 176 intervenciones.
El 23% de la población del país sufre de hipertensión. El 10% de diabetes.
LAS CIFRAS
80% De los casos de insuficiencia renal se debe a hábitos de vida descuidados, como la mala alimentación.
90% De los casos es consecuencia directa de otras enfermedades: diabetes e hipertensión. (El Comercio.)
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