
"Fui a dar a luz y me internaron el 27 de septiembre. Me cortaron y se llevaron todo mi esfínter anal. Tenía fiebre y al cuarto día me dieron de alta", relató muy apenada la joven en RPP.
De la Cruz contó que a los diez días de operada se dirigió a una clínica particular debido al mal trato del que era víctima en el nosocomio nacional, ubicado en el distrito de El Agustino y fue allí donde, recién le comunicaron todo lo que había ocurrido con si esfínter anal.
Resulta que durante la intervención tuvo un desgarro de grado 4 y "que ya no se podía coser normalmente", por lo que debía practicársele una colostomía, procedimiento quirúrgico en el que se suele extraer el extremo del intestino grueso a través de la pared abdominal. Sin embargo el funcionamiento normal del organismo varía totalmente, porque las heces que se movilizan a través del intestino van a parar a una bolsa adherida al abdomen.
"Cuando fui (Hospital Hipólito Unanue) ellos (médicos) conversaron y me hospitalizaron el 9 de octubre, me hacen la colostomía y el 13 me dan de alta. A los dos días me llaman por teléfono y me dicen que me harán la reparación anal y me cobraron 350 soles", comentó.
La joven madre dijo que actualmente "orina por una bolsa", la misma que debe adquirir, a diario, a un costo de diez nuevos soles. Sin embargo, dada a su precaria condición económica aún recién estaría evaluando la posibilidad de formular una demanda penal contra los médicos que prácticamente deslucieron su vida
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