EN LA EMERGENCIA TODOS GANAN
Hasta que por fin llegaron los huaycos, los desastres hicieron sentir su fuerza en las cuencas tanto del rio seco de Pocoto y el rio Cañete amenaza con explotar en las principales zonas criticas. Hoy las zonas criticas como Cornelio, Carlos V y Lúcumo presentan una alta vulnerabilidad. Estos están debilitados, sumamente deteriorados y con solo aumentar el caudal a 200 m3/s podrían producir una catástrofe de envergadura similar a 1994. Ahora ya no hay mas nada que hacer, solo esperar que el divino redentor se apiade de los que están en peligro y no aumente el caudal.
Los Comités de Defensa Civil provincial como regional están más desunidos que nunca. Sus atribuciones y funciones en materia de gestión de riesgo y desastres naturales, los han abandonado. Nunca se han reunido para coordinar políticas de prevención, por eso en el rio no se han construido un muro de enrocado o dique de contención alguno. Acaso hay un plan de prevención de desastre, acaso las comisiones que se han conformado en defensa civil funcionan y para el colmo de los colmos no hay presupuestos en ninguna entidad competente.
Estoy seguro que los responsables de las obras de prevención en los ríos así como la mayoría de la prensa locales esperan que se produzcan una tragedia, un desastre de gran envergadura. Solo así habrá presupuesto al libre albedrio. Habrá partidas para reparar las 12 maquinarias viejas que son mostrados en las instalaciones de región, habrá dinero para hacer los eternos y esperados enrocados en las zonas criticas. Ósea que la solución de los graves problemas pasa que debe producirse una desgracia un desastre y el dinero fluirá más rápido. PREVENCION PARA MUCHOS ES UN FASTIDIO, UN TERMINO OBSOLETO QUE NO GENERA GANANCIAS. Las palabras adecuadas aquí serian DESASTRE Y EMERGENCIA, pues hay ganancias para todos.
¿Porque los desastres naturales son un negocio aquí y en cualquier lugar del país? En primer lugar cuando llega un desastre por inundación como ocurrió en 1994 en el rio Cañete, el comité provincial y regional así como el gobierno central lo declara en emergencia. Se activa recién el famoso COE (comité de operaciones de emergencia), se aprueban partidas económicas de donde sea y en abundancia. Generalmente el alcalde acude recién a las zonas críticas y recién se conmueve ante tanta desgracia, le acompaña una prensa sumisa, entrega ayudas de calaminas, frazadas y alimentos como la tan ansiada agua. Prácticamente se convierte en el héroe de los pobres y aterrados damnificados. Hasta aquí todo parece bien. Gana el Alcalde políticamente.
Pero la otra cara de la medalla es que los responsables de las ayudas y el manejo económico, no dan balances, no se sabe cuánto se gasto y en qué. El encargado de la aprobación del expediente en coordinación con el de la ejecución de las obras acuerdan indicar cuantos metros cúbicos de rocas se ha utilizado, pues es imposible contabilizarlo por la fuerza del caudal, salvo que sea vigilado por otra persona ajena. Sospecho que también gana el operario de las maquinarias pesadas, que coordina con el repartidor de los combustibles para poner en los informes que se gastaron 200 galones de petróleo, cuando en realidad solo gasto 100. El operario de las maquinarias no introduce adecuadamente la cuchilla y pasa el tiempo en trabajos que no resultan. Sospecho también que gana el mecánico y sus ayudantes, pues muchas veces se pierden misteriosamente las piezas y demás repuestos muy costosísimos y echan la culpa al agua que los arrastro. Al final hay que gastar fuertes sumas en repuestos. En esos tiempos muchos grifos clandestinos y legales se tanquean como por arte de magia. Pero nadie controla, no se fiscaliza y muchos vivos ganan, por eso es que más les conviene la tragedia.
En fin esto es lo que ocurre en cada temporada fuerte en los ríos, por eso se observa anualmente incapacidades y negligencias por parte de las autoridades locales, regionales y centrales. Esto se tiene que parar por favor, no se puede seguir en lo mismo, ya que se pone en peligro la vida de muchas personas. (Por Crisanto Laura Cueva )
Hasta que por fin llegaron los huaycos, los desastres hicieron sentir su fuerza en las cuencas tanto del rio seco de Pocoto y el rio Cañete amenaza con explotar en las principales zonas criticas. Hoy las zonas criticas como Cornelio, Carlos V y Lúcumo presentan una alta vulnerabilidad. Estos están debilitados, sumamente deteriorados y con solo aumentar el caudal a 200 m3/s podrían producir una catástrofe de envergadura similar a 1994. Ahora ya no hay mas nada que hacer, solo esperar que el divino redentor se apiade de los que están en peligro y no aumente el caudal.
Los Comités de Defensa Civil provincial como regional están más desunidos que nunca. Sus atribuciones y funciones en materia de gestión de riesgo y desastres naturales, los han abandonado. Nunca se han reunido para coordinar políticas de prevención, por eso en el rio no se han construido un muro de enrocado o dique de contención alguno. Acaso hay un plan de prevención de desastre, acaso las comisiones que se han conformado en defensa civil funcionan y para el colmo de los colmos no hay presupuestos en ninguna entidad competente.
Estoy seguro que los responsables de las obras de prevención en los ríos así como la mayoría de la prensa locales esperan que se produzcan una tragedia, un desastre de gran envergadura. Solo así habrá presupuesto al libre albedrio. Habrá partidas para reparar las 12 maquinarias viejas que son mostrados en las instalaciones de región, habrá dinero para hacer los eternos y esperados enrocados en las zonas criticas. Ósea que la solución de los graves problemas pasa que debe producirse una desgracia un desastre y el dinero fluirá más rápido. PREVENCION PARA MUCHOS ES UN FASTIDIO, UN TERMINO OBSOLETO QUE NO GENERA GANANCIAS. Las palabras adecuadas aquí serian DESASTRE Y EMERGENCIA, pues hay ganancias para todos.
¿Porque los desastres naturales son un negocio aquí y en cualquier lugar del país? En primer lugar cuando llega un desastre por inundación como ocurrió en 1994 en el rio Cañete, el comité provincial y regional así como el gobierno central lo declara en emergencia. Se activa recién el famoso COE (comité de operaciones de emergencia), se aprueban partidas económicas de donde sea y en abundancia. Generalmente el alcalde acude recién a las zonas críticas y recién se conmueve ante tanta desgracia, le acompaña una prensa sumisa, entrega ayudas de calaminas, frazadas y alimentos como la tan ansiada agua. Prácticamente se convierte en el héroe de los pobres y aterrados damnificados. Hasta aquí todo parece bien. Gana el Alcalde políticamente.
Pero la otra cara de la medalla es que los responsables de las ayudas y el manejo económico, no dan balances, no se sabe cuánto se gasto y en qué. El encargado de la aprobación del expediente en coordinación con el de la ejecución de las obras acuerdan indicar cuantos metros cúbicos de rocas se ha utilizado, pues es imposible contabilizarlo por la fuerza del caudal, salvo que sea vigilado por otra persona ajena. Sospecho que también gana el operario de las maquinarias pesadas, que coordina con el repartidor de los combustibles para poner en los informes que se gastaron 200 galones de petróleo, cuando en realidad solo gasto 100. El operario de las maquinarias no introduce adecuadamente la cuchilla y pasa el tiempo en trabajos que no resultan. Sospecho también que gana el mecánico y sus ayudantes, pues muchas veces se pierden misteriosamente las piezas y demás repuestos muy costosísimos y echan la culpa al agua que los arrastro. Al final hay que gastar fuertes sumas en repuestos. En esos tiempos muchos grifos clandestinos y legales se tanquean como por arte de magia. Pero nadie controla, no se fiscaliza y muchos vivos ganan, por eso es que más les conviene la tragedia.
En fin esto es lo que ocurre en cada temporada fuerte en los ríos, por eso se observa anualmente incapacidades y negligencias por parte de las autoridades locales, regionales y centrales. Esto se tiene que parar por favor, no se puede seguir en lo mismo, ya que se pone en peligro la vida de muchas personas. (Por Crisanto Laura Cueva )
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