miércoles, 25 de abril de 2012

FUJIMORISMO: 20 AÑOS DE UNA MAFIA CORRUPTA Y CRIMINAL
Millones de personas recordamos el 5 de abril de 1992, cuando el “chinito” agricultor Alberto Fujimori dio un golpe de estado, so pretexto de combatir la grave crisis económica que ocurría y la sangrienta violencia desatada por los terroristas que nos tenía cercados. Es realmente triste recordar esta infame fecha, en la que muchos ciudadanos de a pie salimos perjudicados.
A partir de esta fecha el “FUJIMORISMO” se convirtió en una poderosa mafia corrupta y criminal recontra organizada, jamás vista en los anales de la historia peruana. Kenya Fujimori, se convirtió en un omnipotente todopoderoso dictador que todo lo controla. Se aliaron hasta la muerte con el siniestro sátrapa VLADIMIRO MONTESINOS, Nicolás de Hermoza, Martin Rivas, Carlos Boloña, Víctor Joy y una centena de gánster de cuello y corbata que hoy están en la cárcel. Controlaron el aparato judicial, el Congreso de la Republica, el Ministerio Publico, las Fuerzas Armadas, Contraloría, la caja grande del BCR, en fin todo estamento estatal que existía estaba bajo el control absoluto de esta nueva mafia.
Fue una gigante mentira, el pretexto para dar el golpe de estado contra los otros poderes del estado. El hecho de acabar con la galopante hiperinflación de ese entonces y el terrorismo fue un ardid maquiavélico. Fujimori, viajo a los Estados Unidos apenas obtuvo la presidencia del país, para ponerse a órdenes de los poderosos bancos y financieras mundiales, que ya tenían la receta política económica preparada y que tenían que aplicarse estrictamente. Esta receta, el dictador las aplico sin misericordia y miramiento. Se vendieron (o se remataron) a precios huevos la mayoría de empresas estatales a los avaros capitalistas. La gasolina, los alimentos básicos y todos los servicio públicos subieron de precio hasta el cielo (15 a 30 veces). La agricultura, la ganadería, la pesca fueron salvajemente excluidos y dejados en abandono hasta nuestros días. Se dictaron normas y leyes para que las transnacionales del oro, gas, petróleo y demás minerales se las lleven libre de regalías y sobreganacias justas. Se elaboró la ConstituciónPolítica a la medida del capitalismo saqueador y depredador de la naturaleza, para que ganen los ricos y los pobres sean excluidos hasta hoy.
En cuanto a la derrota de la banda asesina de Sendero Luminoso, fue obra y gracia de una elite policial preparada tácticamente por varios años y de ninguna manera tuvo que ver el Congreso de la Republica, el Poder J judicial, la prensa o el propio Alberto Fujimori, que bien disfrutaba de unos paseos en botes por el norte del país. La mafia FUJIMONTESINISTA no entendió, que la existencia del terrorismo se debe a la cancerígena corrupción, las desigualdades sociales perpetuas, la exclusión y abandono de millones de pobres que no entran al sistema establecido por el poder capitalista. También a la terrible tratamiento entre peruanos. Los que pierden siempre son los “cholos”, indios, serranos, negros y criollos. En cambio los blancos, los japoneses, chinos o gringos son bien tratados por el poder establecido.
Es asquerosos y denigrante recordar como la mafia criminal y corrupta se compraron a toda la poderosa prensa limeña, para hacernos creer que el sátrapa Fujimori es el mejor presidente del país y del mundo. Se compraron a todas las encuestadoras, a muchos congresistas y hasta partidos políticos. Eso fue el FUJIMORISMO, una elite de saqueadores, traidores gánster, tiranos y delincuentes de lesa humanidad, que procrearon el grupo paramilitar de la muerte: COLINA. Por eso es que hoy están presos en la cárcel, muchos de estas mafias recibiendo una justa condena. Da lástima que hasta hoy exista peruanos que creen en los fujimoristas a pesar de los hechos ocurridos. Los fujimoristas confunden la democracia con la tiranía. Confunden la mentira, el cinismo, la desfachatez, el atropello con los valores y la ética, que todo ciudadano bien centrado y sensato defiende.(Crisanto Laura Cueva.)
EL FUJIMORISMO NUNCA MAS SE DEBE REPETIR, POR EL BIEN DE UNA DEMOCRACIA PLENA

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