El decano del gremio periodístico del país, la Asociación Nacional de Periodistas del país, con ocasión del Día de la Madre, hizo llegar su emocionado homenaje a todas las madres trabajadoras del mundo, homenaje que no tiene límites en el tiempo ni en el espacio, porque el amor a la madre no tiene punto final.
Permítannos hacer un alto en ese trajín constante que tenemos como legítimos hijos e hijas del movimiento organizado de los trabajadores, para expresar nuestro emocionado homenaje a las madres trabajadoras, homenaje que no tiene límites en el tiempo ni en el espacio que, en consecuencia, pretende ser inconmesurable, sin límites. Esto porque el amor a la madre no tiene punto final.
Hablar de la madre en realidad significa rendirle homenaje a su más pura esencia, a la grandeza de su naturaleza, porque ella progenitora, con su dolor y de alegría es la autora de la existencia de la raza humana, de esta raza que día a día siguiendo las enseñanzas que ella nos brindó desde su vientre, trata de encontrar el espacio en donde el ser humano conviva con dignidad y amor filial.
Pero rendirle homenaje a la madre trabajadora tiene una dimensión especial que estamos en el deber de poner en la agenda de nuestra existencia con letras mayúsculas, porque ella significa el pan de cada día, la hostia redentora de nuestros sufrimientos, el cielo de nuestras esperanzas. La madre trabajadora es el paradigma más visible de todos los tiempos.
En la historia del movimiento organizado de los trabajadores ellas tienen las páginas de honor. Miles de ellas se han inmolado a lo largo del tiempo por defender los derechos sociales y económicos de quienes somos los verdaderos creadores de la riqueza. Ni las amenazas, ni las carcelerías, ni los golpes represivos han podido abatirlas. Ellas saben estar con honor al lado de quien las acompaña como pareja en la vida cotidiana, ellas saben curar nuestros más íntimos dolores, ellas son el alimento espiritual que nos alienta a seguir luchando para que algún día se redima a la clase trabajadora de tanta injusticia, de tanta marginación, de tanto olvido.
Para la Asociación Nacional de Periodistas del Perú nuestro homenaje a ellas, porque son en tiempos como los de ahora, de incomprensión, violencia y crisis, ¡las madres de la paz!.
Permítannos hacer un alto en ese trajín constante que tenemos como legítimos hijos e hijas del movimiento organizado de los trabajadores, para expresar nuestro emocionado homenaje a las madres trabajadoras, homenaje que no tiene límites en el tiempo ni en el espacio que, en consecuencia, pretende ser inconmesurable, sin límites. Esto porque el amor a la madre no tiene punto final.
Hablar de la madre en realidad significa rendirle homenaje a su más pura esencia, a la grandeza de su naturaleza, porque ella progenitora, con su dolor y de alegría es la autora de la existencia de la raza humana, de esta raza que día a día siguiendo las enseñanzas que ella nos brindó desde su vientre, trata de encontrar el espacio en donde el ser humano conviva con dignidad y amor filial.
Pero rendirle homenaje a la madre trabajadora tiene una dimensión especial que estamos en el deber de poner en la agenda de nuestra existencia con letras mayúsculas, porque ella significa el pan de cada día, la hostia redentora de nuestros sufrimientos, el cielo de nuestras esperanzas. La madre trabajadora es el paradigma más visible de todos los tiempos.
En la historia del movimiento organizado de los trabajadores ellas tienen las páginas de honor. Miles de ellas se han inmolado a lo largo del tiempo por defender los derechos sociales y económicos de quienes somos los verdaderos creadores de la riqueza. Ni las amenazas, ni las carcelerías, ni los golpes represivos han podido abatirlas. Ellas saben estar con honor al lado de quien las acompaña como pareja en la vida cotidiana, ellas saben curar nuestros más íntimos dolores, ellas son el alimento espiritual que nos alienta a seguir luchando para que algún día se redima a la clase trabajadora de tanta injusticia, de tanta marginación, de tanto olvido.
Para la Asociación Nacional de Periodistas del Perú nuestro homenaje a ellas, porque son en tiempos como los de ahora, de incomprensión, violencia y crisis, ¡las madres de la paz!.
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