martes, 9 de noviembre de 2010

ACREDITACIÓN ES UNA MANERA DE TAPAR EL FRACASO DE LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA Y LA EDUCACIÓN PÚBLICA.

LA ACREDITACIÓN SEGÚN EL MINISTRO CHANG
Ha opinado el ministro Chang, sin dar indicios de cómo ni cuándo concretar esa propuesta estando ya de salida este gobierno, que las universidades que no acrediten no podrán otorgar grados ni títulos a nombre de la Nación. El único detalle es que esa medida le viene siendo exigida, como parte de una reforma integral de la Universidad Peruana, desde cuando asumió la responsabilidad política del sector educativo.
Lo que debía explicar, por tanto, es por qué a lo largo de su gestión ministerial mantuvo silencio e inacción al respecto, así como en general sobre la aguda problemática universitaria, y apenas ahora, cuando evidentemente la mayor preocupación de este gobierno es cubrirse las espaldas, se anima a decir sólo ello, como si a ello se redujera la crisis de credibilidad de la mayor parte de instituciones universitarias del país.
Tampoco ha dicho nada con relación a que acreditar las más de cien universidades (y sus cientos de filiales), suponiendo que hubiera voluntad política para ello (que su silencio sobre la crisis universitaria desmiente), exigiría un neto compromiso estatal con las universidades públicas (expectativa igualmente desmentida por los hechos) y aún así tomaría muchos años, pues habría que acreditar cada uno de los programas de cada universidad, cosa para la que ni la mayor parte de ellas ni el inoperante sistema nacional de acreditación (SINEACE) están en capacidad.
Nada ha dicho sobre por qué el SINEACE (que el gobierno anterior dejó virtualmente creado) está como está. Por qué no recibió el impulso necesario. Por qué su conducción no fue encargada, como correspondía, tratándose de la evaluación de la calidad académica, a académicos de reconocida trayectoria y no a personajes de discutida ejecutoria, cuya credencial no parece haber sido otra que su alanismo.
Finalizando su gestión, que para los intereses nacionales en el ámbito universitario han sido años perdidos, Chang se anima a hablar de acreditación universitaria. Nada dijo cuando, promulgada la Ley de creación del SINEACE, se desmontó el CAFME, entidad que desarrolló la única experiencia interesante de acreditación universitaria habida hasta entonces, evaluando las facultades de medicina y condicionando su creación a rigurosos estándares, por lo que Chang, entonces rector de la USMP, tuvo que recurrir al discutible expediente de crear filiales con carreras de medicina, a fin de eludir las condiciones requeridas para crear nuevas facultades, aunque de hecho eso eran... Desactivado el CAFME, con anuencia de Chang, la irresponsable vorágine de creación de nuevas facultades y filiales de medicina volvió a instalarse. ¿Se entiende entonces porqué recién se acuerda de la acreditación, cuando nada puede ni quiere hacer?

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