"LA MEGAALAN COMISIÓN INVESTIGADORA"
El Congreso acordó crear una comisión especial investigadora de presuntos delitos de corrupción durante el gobierno de Alan García. Dicho grupo de trabajo tendrá 365 días (prorrogables) para realizar sus pesquisas. Su agenda es abierta; es decir, insólita, ya que puede meter sus manos en donde se le dé su gana. El presidente de esta comisión, ¡qué duda cabe!, será el veterano cómico marxista Javier Diez Canseco.
Al respecto, y sin ánimo de hacer de aguafiestas, voy a contar la película por adelantado. En primer lugar, esta supernova fiscalizadora se instalará con bombos y platillos, así como con juramentos de este estilo: "¡No a la impunidad!", "¡Basta ya!", "¡Cárcel para los corruptos!".
En segundo lugar, los congresistas sacarán a relucir sus mejores ternos y todos competirán entre sí para ver quién es el más locuaz, el más irónico, el más agresivo, el que mejor sonríe en medio de una furia moralizadora. En tercer lugar, una vez concluida cada una de las más de trescientas sesiones de trabajo que tendrán, los congresistas se levantarán de sus asientos y correrán presurosos a declarar ante la
prensa, adelantando juicios, prejuzgando irresponsablemente y mancillando honras sin tomar en cuenta las reglas del debido proceso. Y como a la prensa le encantan los escándalos, la cobertura está garantizada. Por último, y dada la existencia en este recinto de adictos patológicos a las cámaras, debemos dar por descontado que serán como 2 años de espectáculo circense. Como es de rigor, las conclusiones pasarán
al pleno para su aprobación e inmediatamente serán remitidas al Ministerio Público para que cumpla con el trámite de depositarlas en el Poder Judicial. Una vez allí, como corresponde, los jueces se tomarán su tiempo, reunirán con cuidado los miles de folios, clasificarán con respeto todo lo actuado y se demorarán vaaarios años para terminar arrojando todo al tacho de basura. Fin del culebrón.
El presidente Humala le ha pedido a sus fedayines parlamentarios que no hagan una telenovela; pero sólo se trata de una pose para la platea, porque 2 años de polvareda son una cortina perfecta para pasar piola. Dentro de 5 años (suponiendo que el "sospechoso" deje el poder) volveremos a ver esta película, sólo que con Humala de actor principal.
El Congreso acordó crear una comisión especial investigadora de presuntos delitos de corrupción durante el gobierno de Alan García. Dicho grupo de trabajo tendrá 365 días (prorrogables) para realizar sus pesquisas. Su agenda es abierta; es decir, insólita, ya que puede meter sus manos en donde se le dé su gana. El presidente de esta comisión, ¡qué duda cabe!, será el veterano cómico marxista Javier Diez Canseco.
Al respecto, y sin ánimo de hacer de aguafiestas, voy a contar la película por adelantado. En primer lugar, esta supernova fiscalizadora se instalará con bombos y platillos, así como con juramentos de este estilo: "¡No a la impunidad!", "¡Basta ya!", "¡Cárcel para los corruptos!".
En segundo lugar, los congresistas sacarán a relucir sus mejores ternos y todos competirán entre sí para ver quién es el más locuaz, el más irónico, el más agresivo, el que mejor sonríe en medio de una furia moralizadora. En tercer lugar, una vez concluida cada una de las más de trescientas sesiones de trabajo que tendrán, los congresistas se levantarán de sus asientos y correrán presurosos a declarar ante la
prensa, adelantando juicios, prejuzgando irresponsablemente y mancillando honras sin tomar en cuenta las reglas del debido proceso. Y como a la prensa le encantan los escándalos, la cobertura está garantizada. Por último, y dada la existencia en este recinto de adictos patológicos a las cámaras, debemos dar por descontado que serán como 2 años de espectáculo circense. Como es de rigor, las conclusiones pasarán
al pleno para su aprobación e inmediatamente serán remitidas al Ministerio Público para que cumpla con el trámite de depositarlas en el Poder Judicial. Una vez allí, como corresponde, los jueces se tomarán su tiempo, reunirán con cuidado los miles de folios, clasificarán con respeto todo lo actuado y se demorarán vaaarios años para terminar arrojando todo al tacho de basura. Fin del culebrón.
El presidente Humala le ha pedido a sus fedayines parlamentarios que no hagan una telenovela; pero sólo se trata de una pose para la platea, porque 2 años de polvareda son una cortina perfecta para pasar piola. Dentro de 5 años (suponiendo que el "sospechoso" deje el poder) volveremos a ver esta película, sólo que con Humala de actor principal.
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