lunes, 7 de julio de 2014

SOCIEDAD PERUANA DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA



EL ABORTO TERAPÉUTICO NO ES UN DESEO, ES UNA NECESIDAD
En el aborto terapéutico no existe el deseo de la madre de interrumpir su embarazo, sino una necesidad de hacerlo porque su vida corre peligro, precisó el presidente de la Sociedad Peruana de Obstetricia y Ginecología (SPOG) Alfredo Celis López.
El médico, tras indicar que aproximadamente 50 mujeres fallecen al año por no tener esa alternativa de salud, explicó que la característica de una mujer que se somete a un aborto terapéutico es que ella no quiere interrumpir su embarazo sino que se ve obligada a hacerlo.
Pero además, existe una diferencia sustancial pues el aborto terapéutico se realiza  solo en centros hospitalarios.
"Existe diferencia entre un aborto criminal y uno terapéutico. En el primero, hay una mujer que lo desea, acude a un lugar para hacerlo y existe una retribución monetaria para que ocurra. En el aborto terapéutico no existe el deseo de la madre de interrumpir su embarazo y nadie gana un centavo por hacerlo", manifestó el especialista a la agencia Andina.
Lo que pasa, sostuvo el gíneco-obstetra, es que la Iglesia Católica tiene el temor de que, más adelante, detrás del aborto terapéutico, se despenalicen todos los abortos y se realicen sin problema. Ese es un supuesto infundado, agregó.
Por eso motivo, solicitó a la Conferencia Episcopal dialogar con la SPOG para que accedan a información actual y real del problema, pues los canales de comunicación entre ambos no son los adecuados. "Al igual que la Iglesia, la comunidad científica defiende la vida", precisó.
"Lo que se recoge de las argumentaciones de los que están en contra del aborto terapéutico muestra que hay un gran desconocimiento del tema. Los representantes de la Iglesia mencionan escenarios que no son acordes con la realidad ni las prácticas. De repente no estamos comunicándonos bien", indicó Celis López.
El presidente de la SPOG recordó que durante el 2005 se realizó un encuentro entre nueve sociedades científicas para determinar el perfil clínico de las mujeres que podían necesitar un aborto terapéutico.
En aquella reunión se reconoció que 21 patologías ameritaban la interrupción de un embarazo. El protocolo aprobado recoge 10 patologías. Las otras condiciones a las que se refiere en el inciso 11 son situaciones extremas en las que el ginecólogo no tiene la potestad de decidir si un embarazo continúa o no porque lo hace una junta médica, a petición de la gestante u solo con su consentimiento.
Celis López señaló que los 50 fallecimientos anuales de mujeres que no se hicieron un aborto terapéutico representa el 0.01%  de los 400,000 abortos clandestinos que se realizan en el país.
"Esa es la cifra que nos debiera preocupar", enfatizó el galeno al señalar no podemos seguir mirando solo al árbol cuando tenemos detrás un tremendo bosque.
Recordó que el aborto terapéutico solo se aplica si la madre así  lo quiere y si una junta médica conformada por especialistas, determina que el embarazo debe interrumpirse porque, de lo contrario, lo más probable es que se pierda no solo una vida sino dos.

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