¿QUÉ HIZO EL GOBIERNO DE ALAN GARCÍA POR PISCO TRAS EL TERREMOTO?
Los muros pintarrajeados de una ciudad dicen mucho de sus problemas. La avenida Túpac Amaru en Pisco empieza con un “Si no vives para servir no sirves para vivir” y termina con un descolorido “Congreso de la República Complejo Residencial para Pisco-Mapfre”. Hacia ese lugar nos dirigimos y lo único que encontramos fueron dos hectáreas de lotes delimitados por bloques blancos que se levantan cual lápidas, la primera piedra colocada por el presidente, Alan García, hace ya 3 años y un solitario panel que irónicamente anuncia: “Alan cumple”.
La obra que tenía un plazo de ejecución de 150 días debió iniciarse en junio del 2008, pero hoy 308 familias que perdieron sus viviendas en el feroz terremoto del 15 de agosto del 2007 siguen esperando.
“Luego del terremoto iniciamos gestiones para obtener donaciones de entidades privadas. Por ejemplo, conseguí donativos del gobierno de Marruecos”, explica el entonces presidente del Congreso, Luis Gonzales Posada. En diciembre del 2007 el Legislativo firmó un convenio con el Ministerio de Vivienda y el Banco de Materiales para desarrollar un programa de Techo Propio. Mapfre donaba el terreno, el Congreso apoyaba con S/.1.700 como cuota inicial para cada una de las 308 familias beneficiadas y el Banco de Materiales ejecutaba la obra. “Nosotros no le dimos el dinero a las familias. Se lo dimos en acta al Ministerio de Vivienda”, aclara el legislador aprista.
“Primero hubo problemas en la habilitación urbana a cargo de Forsur. Finalmente se hizo. Luego, ante las demoras permanentes pedí explicaciones. Si ya estaban determinados los beneficiarios no entendía por qué no se empezaba a construir”. En la última comunicación, el Banco de Materiales le informó a Gonzales Posada que se había observado la buena pro y todo el proceso había regresado a foja cero. Tres años con dinero de donaciones de por medio y ni una sola casa.
Hace seis días el presidente García inauguró el hospital San Juan de Dios construido a un costo de S/. 56 millones, de los cuales catorce estuvieron destinados a equipamiento que según el mandatario está instalado “totalmente”.
El 5 de agosto del 2008 el entonces ministro de Salud, Hernán Garrido Lecca, colocó la primera piedra para el hospital. “Después regresó dos veces más. ¡Colocó la primera piedra 3 veces!”, asegura un poblador de la zona quien recuerda que hasta enero del año pasado solo se había instalado un cerco de alambre de púas y la caseta del vigilante.
Los muros pintarrajeados de una ciudad dicen mucho de sus problemas. La avenida Túpac Amaru en Pisco empieza con un “Si no vives para servir no sirves para vivir” y termina con un descolorido “Congreso de la República Complejo Residencial para Pisco-Mapfre”.Hacia ese lugar nos dirigimos y lo único que encontramos fueron dos hectáreas de lotes delimitados por bloques blancos que se levantan cual lápidas, la primera piedra colocada por el presidente Alan García, hace ya tres años, y un solitario panel que irónicamente anuncia: “Alan cumple”.
La obra que tenía un plazo de ejecución de 150 días debió iniciarse en junio del 2008, pero hoy 308 familias que perdieron sus viviendas en el feroz terremoto del 15 de agosto del 2007 siguen esperando.
“Luego del terremoto iniciamos gestiones para obtener donaciones de entidades privadas. Por ejemplo, conseguí donativos del Gobierno de Marruecos”, explica el entonces presidente del Congreso Luis Gonzales Posada. En diciembre del 2007 el Legislativo firmó un convenio con el Ministerio de Vivienda y el Banco de Materiales para desarrollar un programa de Techo Propio. Mapfre donaba el terreno, el Congreso apoyaba con S/.1.700 como cuota inicial para cada una de las 308 familias beneficiadas y el Banco de Materiales ejecutaba la obra. “Nosotros no les dimos el dinero a las familias. Se lo dimos en acta al Ministerio de Vivienda”, aclara el legislador aprista.
Primero hubo problemas en la habilitación urbana a cargo de Forsur, pero finalmente se concluyó el proceso. “Si ya estaban determinados los beneficiarios, no entendía por qué no se empezaba a construir”, señala Gonzales Posada, quien tras enviar una serie de cartas al Banco de Materiales recibió como respuesta que se había observado la buena pro y todo el proceso regresó a fojas cero. Tres años, con dinero de donaciones de por medio y ni una sola casa.
EL HOSPITAL NO ESTÁ LISTO
Hace seis días el presidente García inauguró el hospital San Juan de Dios construido a un costo de S/.56 millones, de los cuales 14 fueron a equipamiento que, según dijo el mandatario, está “totalmente en su interior”.
El 5 de agosto del 2008 el entonces ministro de Salud Hernán Garrido Lecca colocó la primera piedra. “Después regresó dos veces más. ¡Colocó la primera piedra tres veces!”, asegura un periodista de la zona quien recuerda que hasta enero del año pasado solo se habían instalado un cerco de alambre de púas y la caseta del vigilante.
Llamó la atención que no asistieran al acto ni el presidente regional de Ica, Alonso Navarro, ni el presidente del cuerpo médico del hospital, Ángel Bartra, ni el director regional de Salud de Ica, doctor Rubén Brizuela. Un día después nos enteramos por qué.
Conscientes de la insistencia del jefe del Estado por inaugurar el nosocomio, las autoridades regionales y los directores de los hospitales Regional y Santa María del Socorro de Ica se reunieron hace algunas semanas con la viceministra de Salud, Zarela Solís, para advertirle que las obras en los tres lugares estaban al 90%.
Según Brizuela, el grupo de especialistas indicó que resultaba contraproducente que el presidente inaugurase una obra como el hospital San Juan de Dios que “no ha concluido su etapa física, no está implementado ni equipado, no se han levantado observaciones, tampoco se produjo la entrega de obra y menos aun fue sometido a la prueba del vacío como exigen las normas de la Organización Mundial de Salud”. Asimismo, el personal tampoco ha sido capacitado para manejar los nuevos equipos.
Pese a ello, las observaciones no fueron tomadas en cuenta y el jefe del Estado inauguró el hospital que, según los técnicos de la construcción, recién podrá entrar en funcionamiento a fines de este año o principios del 2012.
“Como aquí tenemos terreno, se puede hacer un hospital hermoso donde los niños pueden también tener momentos de recreación”, dijo García en la inauguración, sin reparar que el terreno detrás del hospital es precisamente el proyecto paralizado de Mapfre.
ENFERMEDADES A LA VISTA
Según Forsur, hasta la fecha, el Gobierno ha ejecutado 43 obras de agua y saneamiento con una inversión de S/.123’935.804 en Pisco. Otras 14 obras se encuentran en proceso de ejecución. “Esas ya están funcionando”, asegura Alberto Santaria Soto, gerente general de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, Emapisco.
Tras el terremoto, todo el sistema de tuberías de Pisco, San Andrés y Túpac Amaru fue renovado. “Todo es PVC. Durará 20 años”, sostiene Santaria, quien explica que han sido tres las unidades ejecutoras en este proceso: Emapisco, la municipalidad y Forsur. Al preguntarle si hay problemas, nos dice que solo en las obras del municipio, pues varias están en arbitraje con las constructoras.
Sin embargo, minutos más tarde, Santaria enseñó el acta de una reunión que sostuvieron el 10 de junio de este año Emapisco y Forsur (en su calidad de unidad ejecutora) con la empresa Consorcio Aguas del Sur por persistentes deficiencias en sus labores. En el documento la empresa contratista reconoce sus errores y se compromete a subsanarlos en 15 días.
¿No hay obras que hayan colapsado o no estén funcionando convenientemente?, volvemos a preguntar. “Las obras ya están funcionando. Solo tienen que transferirlas a Emapisco y formalmente ninguna ha sido transferida. [...] Todas están trabajando bien. Solo hay pequeños detalles”, responde. A diez minutos de la sede Emapisco, en la Cooperativa Almirante Grau en la zona de Leticia, encontramos esos “pequeños detalles”.
“Hace dos meses vinieron a colocar el desagüe y terminaron rompiendo los tubos de agua. Son chicos de 18 años que no tienen experiencia. ¡Miren cómo nos han dejado!”, grita Carmen Pachas Dolorier mientras apunta con el dedo índice un enorme hueco con agua empozada de color verde en la puerta de su casa. En el terreno adyacente un grupo de pobladores de Leticia, que perdieron sus casas con la ola del tsunami, se ha instalado en esteras.
Una de las afectadas, Nelly Muñíz Arias, nos enseña otros tres pozos en las mismas condiciones. “En las noches no podemos dormir por los mosquitos. ¡Eso trae dengue, señor! Tengo que gastar seis soles en repelente y no tengo dinero. El dueño de este terreno ya nos quiere botar”, cuenta entre lágrimas mientras toma un descanso porque los 30 puntos de sutura que lleva en la rodilla desde aquel 15 de agosto ya no la dejan caminar.
EL SUEÑO DE UNA VIVIENDA
“Después del terremoto, hasta diciembre del 2008 construimos 1.211 viviendas de emergencia, prefabricadas de madera”, cuenta Micaela Wensjoe, directora social para el Perú de Un Techo para Mi País. “Las levantamos en los centros poblados de Pisco que incluso ya estaban en situación de pobreza. Para llegar tienes que ir por un camino de trocha. Están alejados. Si no los quieres ver, simplemente no los ves".
Los muros pintarrajeados de una ciudad dicen mucho de sus problemas. La avenida Túpac Amaru en Pisco empieza con un “Si no vives para servir no sirves para vivir” y termina con un descolorido “Congreso de la República Complejo Residencial para Pisco-Mapfre”. Hacia ese lugar nos dirigimos y lo único que encontramos fueron dos hectáreas de lotes delimitados por bloques blancos que se levantan cual lápidas, la primera piedra colocada por el presidente, Alan García, hace ya 3 años y un solitario panel que irónicamente anuncia: “Alan cumple”.
La obra que tenía un plazo de ejecución de 150 días debió iniciarse en junio del 2008, pero hoy 308 familias que perdieron sus viviendas en el feroz terremoto del 15 de agosto del 2007 siguen esperando.
“Luego del terremoto iniciamos gestiones para obtener donaciones de entidades privadas. Por ejemplo, conseguí donativos del gobierno de Marruecos”, explica el entonces presidente del Congreso, Luis Gonzales Posada. En diciembre del 2007 el Legislativo firmó un convenio con el Ministerio de Vivienda y el Banco de Materiales para desarrollar un programa de Techo Propio. Mapfre donaba el terreno, el Congreso apoyaba con S/.1.700 como cuota inicial para cada una de las 308 familias beneficiadas y el Banco de Materiales ejecutaba la obra. “Nosotros no le dimos el dinero a las familias. Se lo dimos en acta al Ministerio de Vivienda”, aclara el legislador aprista.
“Primero hubo problemas en la habilitación urbana a cargo de Forsur. Finalmente se hizo. Luego, ante las demoras permanentes pedí explicaciones. Si ya estaban determinados los beneficiarios no entendía por qué no se empezaba a construir”. En la última comunicación, el Banco de Materiales le informó a Gonzales Posada que se había observado la buena pro y todo el proceso había regresado a foja cero. Tres años con dinero de donaciones de por medio y ni una sola casa.
Hace seis días el presidente García inauguró el hospital San Juan de Dios construido a un costo de S/. 56 millones, de los cuales catorce estuvieron destinados a equipamiento que según el mandatario está instalado “totalmente”.
El 5 de agosto del 2008 el entonces ministro de Salud, Hernán Garrido Lecca, colocó la primera piedra para el hospital. “Después regresó dos veces más. ¡Colocó la primera piedra 3 veces!”, asegura un poblador de la zona quien recuerda que hasta enero del año pasado solo se había instalado un cerco de alambre de púas y la caseta del vigilante.
Los muros pintarrajeados de una ciudad dicen mucho de sus problemas. La avenida Túpac Amaru en Pisco empieza con un “Si no vives para servir no sirves para vivir” y termina con un descolorido “Congreso de la República Complejo Residencial para Pisco-Mapfre”.Hacia ese lugar nos dirigimos y lo único que encontramos fueron dos hectáreas de lotes delimitados por bloques blancos que se levantan cual lápidas, la primera piedra colocada por el presidente Alan García, hace ya tres años, y un solitario panel que irónicamente anuncia: “Alan cumple”.
La obra que tenía un plazo de ejecución de 150 días debió iniciarse en junio del 2008, pero hoy 308 familias que perdieron sus viviendas en el feroz terremoto del 15 de agosto del 2007 siguen esperando.
“Luego del terremoto iniciamos gestiones para obtener donaciones de entidades privadas. Por ejemplo, conseguí donativos del Gobierno de Marruecos”, explica el entonces presidente del Congreso Luis Gonzales Posada. En diciembre del 2007 el Legislativo firmó un convenio con el Ministerio de Vivienda y el Banco de Materiales para desarrollar un programa de Techo Propio. Mapfre donaba el terreno, el Congreso apoyaba con S/.1.700 como cuota inicial para cada una de las 308 familias beneficiadas y el Banco de Materiales ejecutaba la obra. “Nosotros no les dimos el dinero a las familias. Se lo dimos en acta al Ministerio de Vivienda”, aclara el legislador aprista.
Primero hubo problemas en la habilitación urbana a cargo de Forsur, pero finalmente se concluyó el proceso. “Si ya estaban determinados los beneficiarios, no entendía por qué no se empezaba a construir”, señala Gonzales Posada, quien tras enviar una serie de cartas al Banco de Materiales recibió como respuesta que se había observado la buena pro y todo el proceso regresó a fojas cero. Tres años, con dinero de donaciones de por medio y ni una sola casa.
EL HOSPITAL NO ESTÁ LISTO
Hace seis días el presidente García inauguró el hospital San Juan de Dios construido a un costo de S/.56 millones, de los cuales 14 fueron a equipamiento que, según dijo el mandatario, está “totalmente en su interior”.
El 5 de agosto del 2008 el entonces ministro de Salud Hernán Garrido Lecca colocó la primera piedra. “Después regresó dos veces más. ¡Colocó la primera piedra tres veces!”, asegura un periodista de la zona quien recuerda que hasta enero del año pasado solo se habían instalado un cerco de alambre de púas y la caseta del vigilante.
Llamó la atención que no asistieran al acto ni el presidente regional de Ica, Alonso Navarro, ni el presidente del cuerpo médico del hospital, Ángel Bartra, ni el director regional de Salud de Ica, doctor Rubén Brizuela. Un día después nos enteramos por qué.
Conscientes de la insistencia del jefe del Estado por inaugurar el nosocomio, las autoridades regionales y los directores de los hospitales Regional y Santa María del Socorro de Ica se reunieron hace algunas semanas con la viceministra de Salud, Zarela Solís, para advertirle que las obras en los tres lugares estaban al 90%.
Según Brizuela, el grupo de especialistas indicó que resultaba contraproducente que el presidente inaugurase una obra como el hospital San Juan de Dios que “no ha concluido su etapa física, no está implementado ni equipado, no se han levantado observaciones, tampoco se produjo la entrega de obra y menos aun fue sometido a la prueba del vacío como exigen las normas de la Organización Mundial de Salud”. Asimismo, el personal tampoco ha sido capacitado para manejar los nuevos equipos.
Pese a ello, las observaciones no fueron tomadas en cuenta y el jefe del Estado inauguró el hospital que, según los técnicos de la construcción, recién podrá entrar en funcionamiento a fines de este año o principios del 2012.
“Como aquí tenemos terreno, se puede hacer un hospital hermoso donde los niños pueden también tener momentos de recreación”, dijo García en la inauguración, sin reparar que el terreno detrás del hospital es precisamente el proyecto paralizado de Mapfre.
ENFERMEDADES A LA VISTA
Según Forsur, hasta la fecha, el Gobierno ha ejecutado 43 obras de agua y saneamiento con una inversión de S/.123’935.804 en Pisco. Otras 14 obras se encuentran en proceso de ejecución. “Esas ya están funcionando”, asegura Alberto Santaria Soto, gerente general de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, Emapisco.
Tras el terremoto, todo el sistema de tuberías de Pisco, San Andrés y Túpac Amaru fue renovado. “Todo es PVC. Durará 20 años”, sostiene Santaria, quien explica que han sido tres las unidades ejecutoras en este proceso: Emapisco, la municipalidad y Forsur. Al preguntarle si hay problemas, nos dice que solo en las obras del municipio, pues varias están en arbitraje con las constructoras.
Sin embargo, minutos más tarde, Santaria enseñó el acta de una reunión que sostuvieron el 10 de junio de este año Emapisco y Forsur (en su calidad de unidad ejecutora) con la empresa Consorcio Aguas del Sur por persistentes deficiencias en sus labores. En el documento la empresa contratista reconoce sus errores y se compromete a subsanarlos en 15 días.
¿No hay obras que hayan colapsado o no estén funcionando convenientemente?, volvemos a preguntar. “Las obras ya están funcionando. Solo tienen que transferirlas a Emapisco y formalmente ninguna ha sido transferida. [...] Todas están trabajando bien. Solo hay pequeños detalles”, responde. A diez minutos de la sede Emapisco, en la Cooperativa Almirante Grau en la zona de Leticia, encontramos esos “pequeños detalles”.
“Hace dos meses vinieron a colocar el desagüe y terminaron rompiendo los tubos de agua. Son chicos de 18 años que no tienen experiencia. ¡Miren cómo nos han dejado!”, grita Carmen Pachas Dolorier mientras apunta con el dedo índice un enorme hueco con agua empozada de color verde en la puerta de su casa. En el terreno adyacente un grupo de pobladores de Leticia, que perdieron sus casas con la ola del tsunami, se ha instalado en esteras.
Una de las afectadas, Nelly Muñíz Arias, nos enseña otros tres pozos en las mismas condiciones. “En las noches no podemos dormir por los mosquitos. ¡Eso trae dengue, señor! Tengo que gastar seis soles en repelente y no tengo dinero. El dueño de este terreno ya nos quiere botar”, cuenta entre lágrimas mientras toma un descanso porque los 30 puntos de sutura que lleva en la rodilla desde aquel 15 de agosto ya no la dejan caminar.
EL SUEÑO DE UNA VIVIENDA
“Después del terremoto, hasta diciembre del 2008 construimos 1.211 viviendas de emergencia, prefabricadas de madera”, cuenta Micaela Wensjoe, directora social para el Perú de Un Techo para Mi País. “Las levantamos en los centros poblados de Pisco que incluso ya estaban en situación de pobreza. Para llegar tienes que ir por un camino de trocha. Están alejados. Si no los quieres ver, simplemente no los ves".
¿En qué situación se encuentran esos lugares ahora? “En el centro poblado Caucato, por ejemplo, todas las familias viven en las casas que dejamos nosotros. No hay viviendas de material noble. Siendo una situación declarada de emergencia, tan mediática, en la que el Gobierno dijo que iba a encargarse de la construcción, yo no me esperé que cuatro años después siguieran así”, resalta Wensjoe.
La situación se repite en los centros poblados: Montefuerte, Huarangal, Cuchilla Vieja y Cuchilla Nueva. Y eso que hablamos de lugares que quedan a solo tres horas de Lima.
Vale recordar que el terremoto del 2007 destruyó 11.707 casas en Pisco, el 80% de las viviendas de la ciudad. Basta con dar un recorrido por el centro para darnos cuenta de que, si bien las calles ya no lucen con escombros, en muchos lugares solo se han levantado fachadas que esconden terrenos vacíos.
“En los centros poblados donde sí hay construcciones de cemento, las personas han levantado sus casas ya sea con el bono de seis mil soles del Estado, con Techo Propio o con ayuda de instituciones como la Cruz Roja. Pero no hemos visto un plan consistente porque muchas personas recién han levantado sus casas hace seis meses, incluso hace dos semanas”, comenta Wensjoe.
En el asentamiento humano Alto El Molino la situación es dramática. 1.500 familias, cerca de 5 mil personas, viven ahí desde el terremoto, organizadas en 12 asociaciones. Solo hay un policía que ni siquiera tiene una bicicleta para movilizarse en un terreno de 25 hectáreas. En agosto del 2009 el Congreso aprobó la expropiación de 256.685 metros cuadrados para reubicar a los afectados. Sin embargo, a la fecha ninguno tiene título de propiedad.
Entre el hospital y el cementerio
FALSA EXPECTATIVA
El hospital San Juan de Dios tendrá ecógrafos, tomógrafos, equipos de rayos x de última generación, equipos de laboratorio y laparascopía. Estos demandan nuevos especialistas que hoy no existen en la región.
POR APURO
Los tres hospitales de alta y mediana complejidad de Essalud que fueron reconstruidos en Ica también fueron inaugurados antes de tiempo en el 2010 y hasta hoy presentan deficiencias.
UN PIE EN EL OTRO MUNDO
En el cementerio de Pisco los pabellones San Juan, San Javier, San Ezequiel, San Alejandro, San Eugenio, San Marcos, San Miguel y San Miguel Arcángel colapsarían ante un nuevo sismo. (Juan Aurelio Aréalo)
La situación se repite en los centros poblados: Montefuerte, Huarangal, Cuchilla Vieja y Cuchilla Nueva. Y eso que hablamos de lugares que quedan a solo tres horas de Lima.
Vale recordar que el terremoto del 2007 destruyó 11.707 casas en Pisco, el 80% de las viviendas de la ciudad. Basta con dar un recorrido por el centro para darnos cuenta de que, si bien las calles ya no lucen con escombros, en muchos lugares solo se han levantado fachadas que esconden terrenos vacíos.
“En los centros poblados donde sí hay construcciones de cemento, las personas han levantado sus casas ya sea con el bono de seis mil soles del Estado, con Techo Propio o con ayuda de instituciones como la Cruz Roja. Pero no hemos visto un plan consistente porque muchas personas recién han levantado sus casas hace seis meses, incluso hace dos semanas”, comenta Wensjoe.
En el asentamiento humano Alto El Molino la situación es dramática. 1.500 familias, cerca de 5 mil personas, viven ahí desde el terremoto, organizadas en 12 asociaciones. Solo hay un policía que ni siquiera tiene una bicicleta para movilizarse en un terreno de 25 hectáreas. En agosto del 2009 el Congreso aprobó la expropiación de 256.685 metros cuadrados para reubicar a los afectados. Sin embargo, a la fecha ninguno tiene título de propiedad.
Entre el hospital y el cementerio
FALSA EXPECTATIVA
El hospital San Juan de Dios tendrá ecógrafos, tomógrafos, equipos de rayos x de última generación, equipos de laboratorio y laparascopía. Estos demandan nuevos especialistas que hoy no existen en la región.
POR APURO
Los tres hospitales de alta y mediana complejidad de Essalud que fueron reconstruidos en Ica también fueron inaugurados antes de tiempo en el 2010 y hasta hoy presentan deficiencias.
UN PIE EN EL OTRO MUNDO
En el cementerio de Pisco los pabellones San Juan, San Javier, San Ezequiel, San Alejandro, San Eugenio, San Marcos, San Miguel y San Miguel Arcángel colapsarían ante un nuevo sismo. (Juan Aurelio Aréalo)
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