"MUERTE CIVIL" E
IMPRESCRIPTIBILIDAD TENDRÁN EFECTO PREVENTIVO Y DISUASIVO
Las normas anticorrupción, como aplicar la “muerte civil” para los deudores por corrupción y la imprescriptibilidad de este delito, permitirán prevenir de manera efectiva ese flagelo y combatirlo a todo nivel, opinó hoy el excontralor Genaro Matute.
Las normas anticorrupción, como aplicar la “muerte civil” para los deudores por corrupción y la imprescriptibilidad de este delito, permitirán prevenir de manera efectiva ese flagelo y combatirlo a todo nivel, opinó hoy el excontralor Genaro Matute.
Tras comentar que esas
iniciativas, que se encuentran en el Congreso, ayudarán a combatir de manera
efectiva el accionar de los “corruptos de cuello blanco”, Matute se sumó al
llamado del Jefe del Estado, Ollanta Humala, para que el Parlamento priorice su
debate.
Explicó que la "muerte
civil" para los deudores de la corrupción es una forma de frenar los
intereses y beneficios futuros de los corruptos, quienes solían disfrutar
del dinero mal habido, pese a las sanciones que pesaban sobre ellos.
“Con la muerte civil se
impide eso; es la ventaja de esta norma porque le quita el beneficio al
corrupto, un beneficio que no está sustentando en algo legal”,
Respecto a la
imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, Matute destacó la importancia
de contar con esta herramienta legal para impedir que quienes incurran en
este ilícito “se sientan liberados de toda culpa, al cabo de un tiempo,
amparándose en el delito prescrito”.
A su criterio, con esta
medida quienes incurran en corruptelas ya no tendrán que esperar, por ejemplo,
un periodo de diez años para evitar ser sometidos a un juicio, sino, por el
contrario, podrán ser procesados judicialmente en cualquier momento, aunque
pasen los años.
“Esto nos da como ventaja
la prevención y los avisos para evitar que el corrupto considere que quedará
impune. Así no tendrá estos beneficios y derechos después. Una de las formas de
atacar la corrupción es quitarles estos beneficios que nacen del delito”,
apuntó.
Añadió que estas normas
anticorrupción podrían acompañarse por la aplicación de penas más drásticas,
que hoy fluctúan entre los 15 y 20 años de cárcel; así como la eliminación de
los beneficios penitenciarios de los sentenciados por este tipo de delitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario