EL PENSAMIENTO DEL MOVADEF NECESARIAMENTE CONDUCE A LA LUCHA ARMADA
El fin de semana, el programa “Cuarto poder” mostró una reunión de dirigentes del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) en Cora Cora, Ayacucho, donde estos discutieron cómo liberar a Abimael Guzmán y no descartaron retornar a la lucha armada.
Que el Movadef considere regresar a la época del terror no debería sorprender a nadie, pues, a pesar de que hoy se presente como la versión pacífica del ‘pensamiento Gonzalo’, basta conocer un poco su ideología para ver cómo una de las principales cosas que repudia es precisamente la paz.
En los documentos de su primera convención nacional, el Movadef reconoce que persigue una revolución inspirada en el pensamiento marxista-leninista-maoísta. Quizá habría que recurrir al propio Mao para entender de qué tipo de revolución estamos hablando: “una revolución no es una fiesta [...]; no puede ser refinada, gentil, moderada, amable, medida o magnánima. Una revolución es una insurrección, una acto de violencia mediante el cual una clase destrona a otra”.
La manzana del Movadef, después de todo, no podía caer lejos del árbol de Guzmán. Según el pensamiento de este último expresado en el primer congreso del Partido Comunista del Perú de 1988, “los marxistas-leninistas-maoístas, pensamiento Gonzalo nos reafirmamos en la violencia revolucionaria como ley universal para tomar el poder y en que es medular para sustituir una clase por otra”. Y ahí yacen decenas de miles de muertos en manos del senderismo para confirmarlo.
Desgraciadamente, parece que muchos peruanos ignoran esta situación. Según la reciente encuesta nacional urbana de Ipsos Apoyo, 39% de los encuestados no conoce el nombre del principal grupo terrorista que ha tenido el país, 54% no sabe cuál fue el año de la captura de Guzmán y 32% cree que el número de víctimas del terrorismo de 1980 al 2000 no pasó de 5.000 personas.
La falta de información entre muchos peruanos sobre las raíces del Movadef son más que preocupantes, especialmente cuando se tiene en cuenta la actividad que hoy tiene este grupo pro senderista. El Conare Sutep, dirigido por miembros del Movadef y con presencia en al menos 18 regiones, ha logrado organizar un paro acatado por el 60% de profesores en Ayacucho, 85% en Puno, 80% en Apurímac, 70% en Pasco y 60% en Ucayali. Además, parece haberse infiltrado ya sigilosamente en varios centros educativos, según lo que entre otras personas ha confirmado el rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quien señaló que el Movadef es un hecho en su universidad y en muchas otras. No olvidemos, por otro lado, que esta organización logró que varias decenas de miles de incautos le presten sus firmas para intentar su inscripción como partido político. Y tampoco pasemos por alto que hace dos semanas un grupo de vecinos de Ancón detuvieron a tres hombres que portaban volantes del Movadef y que habrían intentado detonar explosivos en una torre de alta tensión.
A todo esto hay que sumarle la actividad que realiza la facción senderista que actualmente sí realiza ataques armados. Según la Policía Nacional, durante el 2010 (último año sobre el que registra información el anuario estadístico de la policía), se registraron 136 acciones terroristas de Sendero Luminoso, incrementándose estas en 25% respecto del año anterior. Y todos tenemos frescos aún sucesos recientes de este año, como el secuestro de los 36 trabajadores de Camisea, el asesinato de valerosos policías y miembros de las Fuerzas Armadas y la difusión del adoctrinamiento de niños como terroristas.
No podemos, finalmente, obviar que el 85% de terroristas que fueron apresados ya ha sido liberado, por lo que hoy alrededor de 3.400 experimentados militantes pueden unirse a alguna de las facciones del senderismo que buscan socavar el Estado democrático.
Así las cosas, el Estado debería tener muy presente que si bien parte importante de su lucha es en el Vraem, una de sus principales batallas es en el campo de las ideas. Y es que, especialmente cargando el pasado de nuestro país, no podemos darnos el lujo de que el enemigo encuentre terreno fértil para su ideología de la violencia en la consciencia de ningún peruano.
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