APUÑALAN A TRES CAÑETANOS EN MARANGUITA.
Por lo menos cuatro heridos de gravedad dejaron como saldo un enfrentamiento en el Centro de Rehabilitación de Menores de Maranguita debido a la rivalidad entre internos de Lima y Cañete que pugnan por tener el mando de los patios de dicho establecimiento
Los hechos ocurrieron en la tarde del sábado cuando los internos Bernardo S. S. (17), Gian Carlo E. Y. (17) y Juliño S. L. (16), naturales de Cañete, fueron atacados por otro grupo en el patio San Martín. En ese lugar los agraviados estaban haciendo trabajos de carpintería y, sin mediar palabras, los apuñalaron. Los tres adolescentes fueron llevados al hospital Santa Rosa sin que sus familiares fueran informados de lo ocurrido.
El problema fue mantenido en reserva por las autoridades del Centro de Rehabilitación, sin embargo el miércoles continuaron los enfrentamientos resultando otro interno con un profundo corte en el rostro.
La señora Edith Sánchez, madre de Bernardo, reveló a LA PRIMERA que su hijo fue apuñalado en diversas partes del cuerpo hasta dejarlo inconsciente. “Mi hijo presenta tres heridas en la espalda y otras tres en el abdomen que perforaron el intestino y el pulmón”, dijo la señora Edith en la puerta del hospital Santa Rosa a donde llegó desde su vivienda en Cañete.
EXIGEN INFORMACIÓN.
Cansados de no tener información de lo sucedido, los familiares reclamaron a los encargados de Maranguita informar de lo sucedido y separar a los internos mayores de los menores de edad ya que cometen abusos. “Los que atacaron a nuestros hijos eran mayores de edad. No sabemos porqué sucedió pero creemos que los atacaron para que no digan lo que sucede en el interior de ese local”, afirmó la señora Edith Sánchez
De otro lado, otros familiares sostuvieron que se trataría de una venganza de los internos limeños contra los de Cañete.
LA PRIMERA consultó a los vecinos de Maranguita quienes pidieron nuevamente la reubicación del local. Sobre los hechos ocurridos indicaron que notaron un inusual movimiento de ambulancias y camionetas sin imaginar lo que sucedía. (Diario La Primera)
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