MENSAJE AL PLENARIO DEL PARTIDO APRISTA
Andrés Tello: "Plenario Nacional PAP, lo mas importante el inicio de
descentralización del partido, las decisiones se toman en las regiones, ahora a
buscar unidad y consenso para conseguir resultados.
Queridos
compañeros de la Dirección Nacional, CEN y Secretarios Generales
Departamentales:
Al aproximarse la fecha de un nuevo Plenario Nacional quisiera compartir
con ustedes algunas reflexiones sobre la marcha del Partido y su proyección
hacia el futuro.
Creo que nuestra paciente estrategia política viene dando sus
frutos. Progresivamente, la población reconoce la presencia del Apra y sus
posibilidades. El actual gobierno que tuvo la ocasión de continuar y acelerar
la reducción de la pobreza, la descentralización de los recursos y la creación
del empleo se propuso, en vez de ello, la agenda política del continuismo y la
“reelección conyugal”. Para eso, inició la destrucción de la imagen del
Aprismo, de nuestro gobierno y sus obras. Pero este camino erróneo lo ha
conducido al aislamiento y al descrédito.
Han disminuido la inversión y la creación de empleo, la reducción
de la pobreza ha caído a la mitad y las rentas del canon y las regalías se
recortan para las regiones y municipios mientras las obras de electrificación,
agua potable y vialidad se detienen. La aprobación del gobierno se reduce y su
única salida es usar los recursos del Estado en gastos corrientes e
improductivos, salarios y subsidios estatales, sacrificando la infraestructura
social, la educación y la seguridad. El régimen se ha rendido ante la
informalidad minera o los reclamos tumultuarios y para salvarse de ellos
multiplica los gastos del Estado comprometiendo el futuro próximo del país.
Sin duda las posibilidades del Aprismo van mejorando. Somos el
Partido que más ideas y obras puede exhibir, pero las expectativas traen,
también, grandes problemas al Partido. A estos quisiera referirme.
1.-La posibilidad de buenos resultados electorales alienta
ambiciones y enconos que, al hacerse públicos con escándalo, destruyen lo que
se avanza. La expectativa por cargos municipales, regionales y parlamentarios
fragmentan el escaso número de militantes o se inflan los padrones sin
verdaderos activistas. Y como vivimos una sociedad transparente, eso se percibe
y rechaza. Por ello mi pedido es que este evento se realice sin conflictos que
debiliten nuestra presencia ciudadana.
2.-Pero la misma expectativa paraliza la difusión permanente de las
obras e ideas pues se piensa: “de todas maneras ganaremos” o por lo menos,
algunos llegarán a parlamentarios y alcaldes. Esta falta de compromiso y
trabajo individual no lo compensará ninguna nueva dirigencia o estructura
nacional. Y ustedes saben que cuando estamos alejados toda expectativa son muy
pocos los que acuden y actúan, entendiendo que actuar no es ir a reuniones
rituales, sino hablar a la sociedad, difundir o ganar prestigio e
instituciones, etc. Pero cuando llegan las elecciones, los silenciosos retornan
habladores y altivos a enfrentarse entre sí. Yo creo que si dos se odian con el
riesgo de destruir al conjunto, el remedio es elegir a un tercero, y joven,
para darles una lección.
3.- Otro problema es que, a los jóvenes capacitados que deben
garantizar nuestro futuro por treinta años, no les damos la dirección efectiva.
No convocamos a los mejores profesionales o a los dirigentes sociales de los
asentamientos humanos y gremios porque, según los ambiciosos, les quitarían
espacio a ellos. No se les permite dirigir porque “son nuevos” aunque, años más
o años menos, todos seamos nuevos. Y al final, los más gritones y “fanáticos”
terminan yéndose a otras listas cuando no se les da lo que quieren. Hay cientos
de casos.
Debemos ampliar las bases sociales del Partido y su espacio electoral,
afinando alianzas y uniones con grupos y personalidades. Solo una ambición
suicida llevaría a insistir en personalismos allí donde el Partido tiene
índices mínimos. Me consterna ver que en algunos departamentos donde el Partido
es solo una pequeña minoría, algunos se enfrentan públicamente por ser
candidatos con resultados vergonzosos que destruyen la imagen del
Aprismo, en vez de actuar con inteligencia política y buscar alianzas y
proyectar a la juventud. Es un trágico error que se repite.
Abrir espacio a la juventud es urgente. Garantizaremos el futuro del
partido dando prioridad a los menores de 35 años para que ellos lleven la
antorcha por otros treinta. Así ocurrió con las dos primeras generaciones del
Aprismo. Lo logramos con la Ley del Regidor Joven y debemos hacerlo en mayor
proporción dentro del Partido. Si el sesenta o más por ciento de las
directivas, de los delegados a los eventos y de las listas electorales son
integradas por jóvenes profesionales seria una transformación ante el país. Nos
pondría otra vez a la vanguardia política.
4.- Creo en la autodeterminación de cada lugar para designar sus
representantes. La dirigencia nacional solo debe conducir las grandes
orientaciones nacionales, pero debe ser ajena a presiones o designaciones de
candidatos locales. Esta costumbre que afecta la democracia interna origina que
los pretendientes regionales se hipotequen a “caudillos” limeños para
tener su apoyo. Lo mejor es que cada circunscripción tome su propia decisión en
cuanto a los próximos comicios, pero con la condición de que, si se produce una
grave derrota, los dirigentes locales y sus candidatos que fallaron, se
comprometan a dejar el paso a otros en las siguientes elecciones congresales,
porque de lo contrario, quienes no logran buenos resultados se obstinan después
en ser los mismos para ocasionar nuevas derrotas.
5.- Finalmente, los adversarios tienen como una obsesión mi
candidatura. Quiero manifestar ante el Plenario que no tengo ese propósito. Me
basta con haber contribuido a llevar el Aprismo al poder tras cincuenta y cinco
años de existencia y luego, después de una dictadura, haberlo conducido para
superar el estigma de la ineficiencia y la incapacidad. Eso es suficiente para
mi vida, pero mi ilusión es que el impulso que nos dio vida dure muchos años
más. Y por eso puedo hablar al Partido de Víctor Raúl y advertir que con
rencores, ambiciones o excluyendo a las nuevas generaciones no se afirmaría en
la futura historia
Con fe, unión, disciplina y acción.
ALAN GARCÍA PEREZ
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