martes, 14 de octubre de 2014

ANÁLISIS PERIODISTICO DE PRIMERA LINEA:

LA CORRUPCIÓN ESTÁ SIENDO MANOSEADA
 Qué tan prostituida está la palabra “corrupción” en los medios?, ¿qué tan politizada se encuentra?, ¿por qué su uso se condiciona y aplica tan solamente en el desprestigio de los demás, especialmente de la competencia y de los que se resisten a alinearse a este modo absurdo? ¿Qué estimula a un individuo sin moral a hablar de moral diariamente a través de las redes sociales, la radio o la TV? ¿Qué pasa en las mentes y los “estómagos” de estos personajes para que adopten esa postura mesiánica, esa megalomanía y complejo de héroe mediático, atacando a unos para resaltar a otros, si todos sabemos que la guerra sucia siempre es contraproducente, sobre todo cuando la agresión es constante y despierta sospecha por el exceso y la repetitividad con la que circula? ¿Será acaso la falta de inteligencia, que, está más decirlo, es notoria en cada edición, en cada post, en cada programa?
 s tan fácil hoy en día encender la radio, la TV o navegar en Internet y encontrar una realidad  tan chocante como la que describo: discursos antisociales, anarquistas y degradantes que culpan a la clase política de todos los males existentes en la provincia, la región y el país; escuchar ver o leer a tantos nuevos caudillos decir que no cesarán hasta acabar con la corrupción; a tantos iletrados que sueñan con transformar a su provincia, a su región y a su país en un lugar desarrollado, pacífico, con limpieza moral y —sí, adivinaron—sin corrupción. 
 o más paradójico de esto, es que la mayoría de críticos y usuarios del término “corrupción” son los que pretenden formar parte de esa clase política que apesta, o son los que defienden a un grupo o sector político-social, opuesto al oficialista, que anhela tomar el poder y compartidlo con sus “incorruptibles”. Y, generalmente, los que más pregonan honestidad son los que más carecen de ella, los que deben repetir a cada instante que son honestos para creérselo ellos mismos y lograr convencer a los demás.
 Tal vez no sea así y todo se trate de un problema de identidad o un conflicto existencial, un trauma que les hace concentrarse en una persona o en un grupo de personas con quien puedan descargar sus odios y resentimientos y sientan que puede haber alguien peor o con más defectos que ellos mismos.  O quizá me equivoque y sólo sea impotencia, impotencia por tratar y no poder ser como a quienes agreden y ofenden públicamente. 
 Tengo otra teoría. ¿Será que la moral ha cambiado de acepción y ahora significa cualquier disparate improvisado y divulgado por una de las tantas bestias que públicamente pregonan pureza y aseguran reivindicar a la prensa local?  ¿O será simplemente que el pensamiento de estos individuos cacofónicos es el que asegura que “el único brazo incorrupto que queda es el del manco”, y debido a esto se consideran novedosas extremidades biónicas que funcionan de acuerdo a ciertos criterios, condiciones u observaciones establecidos por ellos mismos?

No lo sé. Sólo sé que este tema me confunde mucho más. (Primera  Linea)

No hay comentarios:

Publicar un comentario